Caídas, llantos, pupas, agua oxigenada, besos y a seguir jugando. Ese era, a rasgos generales, el ritual que nuestras madres seguían para curar nuestras heridas de cuando éramos pequeños. Algunas cantaban «sana, sana…», otras añadían mercromina o betadine a la ecuación. Había quien completaba el ritual con una tirita, de dibujos animados para el más afortunado, o quien abogaba por dejarla al aire para que secara.
Sea como fuera, el agua oxigenada no faltaba. Una solución de peróxido de hidrógeno casi milagrosa, capaz de desinfectar sin apenas escocer, y con una hipnótica espumilla blanca.
Pero el agua oxigenada no es solo un desinfectante de botiquín, al contrario, puede ser utilizado para muchas tareas de limpieza e higiene personal. Su principal componente es el peróxido de hidrógeno, una potente sustancia antiséptica y blanqueante, de precio económico y sin perjuicio para el medio ambiente.
Descubre algunos de sus usos más sorprendentes.
Para eliminar las antiestéticas manchas amarillas de las axilas de nuestras camisetas blancas, solo debemos remojar la zona en agua oxigenada, esperar tres minutos y lavar en la lavadora.
Mezcla peróxido de hidrógeno y agua caliente para limpiar y blanquear los suelos porosos. Este compuesto puede comprarse en polvo en casi todos los supermercados.
Pulverizar nuestras plantas, y su tierra, con agua oxigenada y agua a partes iguales, las protegerá de los hongos.
Mezcla en un tazón agua y agua oxigenada en partes iguales, rocía la solución en tu pelo y péinalo para conseguir unos reflejos naturales.
Llena el fregadero de agua y añade un cuarto de taza de agua oxigenada, remoja las verduras y enjuágalas. El baño eliminará los pesticidas y cualquier microorganismo.
El agua oxigenada es un estupendo desinfectante, ideal para limpiar las superficies de la cocina, encimera y tablas de cortar.
El principal componente de los tratamientos blanqueantes es el peróxido de hidrógeno concentrado. Dicho esto y, para mantener y blanquear paulatinamente tus dientes, combina a partes iguales enjuage bucal y agua oxigenada.
Estos dos electrodomésticos están expuestos a todo tipo de alimentos y sus restos, por lo que es normal que acumulen bacterias, suciedad y malos olores. Una limpieza con agua oxigenada los dejará como nuevos.
Impregna las rayas y rincones con agua oxigena y déjala actuar unos minutos. Después limpia con normalidad.
El agua oxigenada es un excelente bactericida y su acción sobre los microorganismos que viven en los poros de la piel, fulminante. Aplica unas gotas sobre la zona afectada una vez al día, y poco a poco irán desapareciendo.
Sabemos que los bastoncillos para los oídos son perjudiciales para nuestra salud auditiva, pero el agua oxigenada puede limpiarlos fácilmente.
Añade aceite de oliva, o aceite de almendras, y agua oxigenada al 3% en un bote, y mezcla hasta crear una solución. Introduce dos o tres gotas en el canal auditivo y deja actuar unos segundos. Después gira la cabeza y permite que salga la suciedad.
En un barreño introduce agua caliente, media taza de agua oxigenada y media taza de vinagre. Deja actuar durante 15 minutos. Después, lava con normalidad.
Un baño de agua caliente y agua oxigenada a partes iguales suavizará tu callos y durezas, a la vez que prevendrá la aparición de hongos. Un ritual que debes hacer una vez a la semana.
El agua oxigenada no es tóxica, pero sí mata hongos y bacterias. Por lo que un chorrito en el filtro una vez al mes, protegerá a tus peces de cualquier infección.
Mezclado 1/4 de taza de peróxido de hidrógeno al 3%, 1/4 de taza de bicarbonato de sodio, 1 cucharadita de detergente para platos y 2 cuartos de agua tibia para obtener un potente limpiador para baños, paredes, loza sanitaria y lugares con olores desagradables.
Fuente: Tiphero.com
Este artículo fue modificado el 14 marzo, 2020 5:54 pm