El comienzo de la historia de la humanidad se remonta a hace varios miles de años. Durante todo ese tiempo logramos desarrollar tecnología de lo más rudimentaria pero que poco a poco nos permitió tener las cosas tan complejas que tenemos ahora.
Gracias a la arqueología, la sociedad moderna ha podido conocer cómo es que vivían nuestros antepasados. Sin embargo, mucho de todo lo que lograron los primeros humanos quedo perdido y en el olvido por un sinfín de razones; así que aún falta mucho por descubrir sobre aquellos predecesores.
Aunque los objetos encontrados y los registros escritos puedan darnos algunas pistas, todavía hay muchos espacios en blanco en la historia de nuestra especie. Los hallazgos arqueológicos nos ayudan a rellenar esos espacios; pero muchas veces pueden dejarnos con más preguntas que respuestas.
A continuación te mostraremos algunos asombrosos descubrimientos que nos ofrecieron tanto preguntas como respuestas.
Según lo que se sabe, la imagen dorada pertenece a un joven aristócrata del imperio romano. Una piedra finamente tallada funciona como lupa para que la imagen se aprecie fácilmente. El anillo es considerado una de las piezas de joyería antigua más hermosa que ha llegado a nuestros días. Fue encontrado en el dedo de una matrona llamada Aebutia Quarta, en una tumba del siglo I. D.C. Los expertos creen que la mujer fue enterrada con su hijo de 18 años, que falleció antes que ella. Y como quería mantener el recuerdo de su hijo mientras seguía viva, encargó el anillo con su imagen.
Se hundió durante la época imperial tardía pero en los últimos años los restos comenzaron a resurgir y los expertos creen que pronto podrán comenzar a hacer excavaciones.
Mide 58 centímetros de ancho y casi dos metros de alto, probablemente más debido a que le faltan las piernas y los brazos.
Fue encontrada en la ciudad costera egipcia hundida de Canopus. Se cree que la estatua completa medía 4 metros de altura y fue construida cerca del año 200 a. C.
Está ubicado en Turquía, tiene unos 12 mil años y hasta el momento nadie ha descifrado quién lo construyó ni para qué.
Hasta el momento ningún experto ha podido averiguar el propósito de las decenas de piedras de distintos tamaños esparcidas por el territorio.
El hueso roto y la placa están fuertemente fusionados, lo que quiere decir que la cirugía fue todo un éxito. Se trata de un cráneo alargado peruano y se calcula que tiene unos 2000 años de antigüedad.
Se descubrieron en el naufragio de Uluburun que se hundió frente a la costa de Turquía entre los años 1330 a 1300 a. C.
Se encontró entre los dos santuarios exteriores de la tumba del emperador egipcio.