Para darte una idea, el océano es uno de los cuerpos de agua que menos ha sido explorado en los últimos años, o más bien desde siempre. Ni siquiera un 70% de su totalidad es conocida por los seres humanos, es decir que existen una cantidad enorme de especies allá abajo que nuestros ojos no han podido o quizá nunca puedan ver.
Sin embargo y a pesar de la vastedad de los mares que tenemos a nuestro alrededor, todavía no tenemos la tecnología o las herramientas necesarias para explorarlo como se requiere. Tal vez, es por ello que la curiosidad de muchos ha comenzado a ejemplificarse a través de diferentes tipos de expediciones o proyectos que involucra el descubrimiento de objetos o cosas perdidas o puestas ahí con antelación para que se conviertan en parte de esa maravilloso ecosistema marino.
El Titanic, por ejemplo, es toda una leyenda en materia de lo mucho que significa para la historia, pues aunque han pasado más de 100 años desde su hundimiento, todavía hay quienes quieren sacarlo del fondo del mar y exponerlo en tierra, aunque es una tarea complicada y casi imposible.
Los siguientes ejemplos no son de esa envergadura, pero si representan una latente curiosidad sobre su origen, su razón de estar ahí o de su extraña e inusual apariencia.