He de confesarlo, a veces sin quererlo como por los ojos. Incluso sin tener hambre al final caigo. ¿Y qué? Si comer es un placer.
Los anuncios, los olores, la vida diaria y la falta de tiempo, muchas veces nos hacen picar entre horas o comer rápido y de mala manera.
Y es que muchas veces la gula nos puede y aunque no tengamos hambre seguimos dándonos un festín innecesario. Aquí te dejamos 17 divertidas imágenes con las cuales te habrás podido sentir identificada alguna vez. ¡Yo la primera!
Tu bolso es tu mejor amigo y aliado para esos momentos en el que te apetece un snack.
Vas dejando marcas de «besos» a diestro y siniestro sin darte cuenta.
Te encanta dar envidia y subir a Instagram las fotos en las que sales con comida. En tu casa, en la de tus padres, fuera de ella, con amigos…
Cuando vas al cine te llevas un «tupper» en el bolso, para estar como en casa.
Encuentras técnicas para no morderte las uñas en los momentos de ansiedad.
Te acurrucas con tu bocadillo y te haces una foto como si fuerais las mejores amigas.
Dices que estas «llenisima» pero cuando te levantas de la mesa a los 20 minutos estas picando otra vez.
Vas al supermercado y en vez de comprar la unica cosa que necesitabas llenas el carro hasta los topes
Has decido llevar unos hábitos de vida saludable pero al final sabes que toda esa fruta o verdura se acabará poniendo mala en la nevera.
Utilizas siempre excusas para comer mal aunque ya hayas comido: «Es que he ido al gimnasio, me lo merezco»,»Por una vez no pasa nada», «Hoy es un día especial»…
Te comes la masa de las galletas antes de hornearlas e intentas no sentirte culpable diciendo: «Es que están tan buenas…»
Intentas rentabilizar tu bisutería matando dos pájaros de un tiro.
Sales haciéndole morritos y con cara de pena a una hamburguesa que sabes que te vas a comer en 2 minutos.
Llegas a casa después de una noche loca de fiesta, abres el frigorífico y comes como si no hubieras comido en tu vida.
Eliges ese lápiz de labios con sabor a bacon para tener el saborcillo en la boca sin sumar calorias.
Te metes un atracón de comida y te miras al espejo pensando que luces como una embarazada.
Eres tan fan de una comida que antes de llegar a la mesa ya la estás saboreando.
Esperamos que hayas esbozado más de una sonrisa, porque reconozcámoslo, a todos nos puede la gula, tanto a hombres como a mujeres.
Fuente: Buzz Feed via Circo Viral
Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 8:06 pm