Seguramente alguna vez te ha pasado que un amigo o conocido te vea junto a tus hermanos, tu mamá, o tu tío y de pronto diga que tú y ese familiar son muy parecidos. Sin embargo, es muy difícil para ti notar las similitudes aunque te aseguren que son como dos gotas de agua. Y es porque generalmente no podemos vernos al mismo tiempo a nosotros mismos y a esa persona. A menos claro, que se trate de una foto. Aún así, nos cuesta algo de trabajo ver las diferencias porque estamos acostumbrados a reconocernos a nosotros mismos como individuos únicos. Incluso si tienes un gemelo.
Pero lo cierto es que la genética es extremadamente poderosa y sin importar cuánto nos neguemos a reconocerlo. A veces, tu cara y la de otro familiar son idénticas. Por suerte, existen las fotografías, que pueden demostrarnos cuán parecidos somos a alguno de nuestros seres queridos. No importa si nunca llegaste a conocerle en persona, la imagen te dirá que sin duda, son familiares y que los genes han hecho de las suyas.
Resulta maravilloso encontrarnos con una foto antigua y darnos cuenta de que somos una «versión moderna» de nuestro tatarabuelo o nuestra bisabuela. Y nosotros te queremos mostrar una recopilación de personas que descubrieron que la genética en su familia es increíblemente poderosa.
1. Padre e hija cuando eran bebés
2. «A menudo me dicen que me parezco a mi abuela»
3. Padre e hijo a a edad de 29
4. Nieto y abuelo paterno
5. Son padre e hijo aunque fácilmente podrías confundir uno con el otro
6. La hija en su primer año de secundaria en 2004 y el padre en su último año en 1975
7. Cuando todos te dicen que te pareces a tu madre cuando eran niñas y por fortuna hay una foto que lo prueba
8. Padre e hijo usando la misma corbata en sus respectivas graduaciones, con 30 años de diferencia
Fue una gran coincidencia pues el padre simplemente le dio la corbata y luego se dieron cuenta que ambos la usaron para el mismo evento.