Los seres humanos tenemos siempre la esperanza de que todo nos va a resultar de maravilla, que las cosas en el día van a salir exactamente como las planeamos o incluso mejor. Siempre salimos con la idea de que no habrán contratiempos y que todo fluirá para nuestro beneficio.
Sin embargo, de vez en cuando la mala fortuna nos demuestra que no tenemos todo bajo control y que, aunque deseemos lo contrario, siempre existe una pequeña posibilidad de que todo a nuestro alrededor se desmorone.
Por eso es que cuando tenemos un mal día nos sentimos los seres más desgraciados del planeta y así podemos pasar unos cuantos días.
Pero, para ayudarte a recuperar el ánimo y sueltes por lo menos una carcajada que te cambie la perspectiva, no te pierdas el siguiente listado que demuestra por qué los días malos siempre pueden ser peores.
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Este artículo fue modificado el 10 septiembre, 2019 5:37 pm