Vivimos en una sociedad que constantemente se vanagloria de su sistema, estructura y, sobre todo, por sus grandes avances. Paradójicamente, muchos de estos avances se llevan a cabo sin mirar hacia todos los problemas que dejan atrás. Continuamos por la senda del progreso sin solventar muchos asuntos pendientes. Por eso, mucha gente no puede evitar sentirse desdichada por el papel o la situación que les ha tocado vivir.
Lo mejor de todo es que, en la mayoría de los casos, somos conscientes de esta situación, pero seguimos adelante con nuestras propias vidas, en las que también tenemos que hacer frente a infinidad de problemas.
Puede -y digo «puede» por respeto a los que difieran con esta humilde opinión, aunque esté plenamente convencido de ello- que las grandes multinacionales, quienes manejan los bancos y los gobiernos más importantes del mundo, tengan algo que ver con esto. No obstante, esto no ha de eximirnos de nuestra parte de culpa, ya que la gran mayoría solemos amoldarnos a las pautas establecidas.
En conclusión, lo que quería hacer veros con esta reflexión es precisamente lo que intentan plasmar las ilustraciones que vais poder ver a continuación, pues aunque no sabemos su autoría, el mensaje queda bastante claro:
Defecto de fábrica
Nos acostamos, literalmente, con el teléfono
Sangre como patrimonio cultural. Cambiemos esto
Lavado de cerebros
El hombre contra la naturaleza
Tú, yo y nuestros 457 amigos en la cama
Pensamientos que condenan
Almuerzo para cuatro por favor
La cena de los smartphones
El morbo antes que la ayuda
La retención de la cultura
Pasamos demasiado tiempo con las redes sociales sin darnos cuenta, y menos con las personas que queremos
‘Telebasura’
Perdemos tiempo y dinero por pereza
Infancia enjaulada
Contraste de carencias
Libertad de expresión
Madre no hay más que una
Sociedad corrupta
Pippi antisistema
Las caras del ser humano
Torturado por las redes
La elección de la fe
Dosis de aprobación
Vía: fishki Traducción y adaptación Lavozdelmuro.net