La vida está llena adversidades, pero la mayoría de las veces preferimos girar la cabeza ante las injusticias y los problemas sociales, como si estos fueran a desaparecer por si solos. Sin embargo, las dramáticas violaciones de derechos humanos, la inmigración, las personas sin hogar, los desahucios o la explotación infantil siguen siendo la realidad de otras personas menos afortunadas que no pueden girar la cabeza hacia ninguna parte.
Como cada año se han realizado los Premios Internacionales de Fotografía Humanitaria Luis Valvueña, convocado por médicos del mundo. En esta ocasión su trabajo fotográfico ha querido servir para denunciar estas injusticias sociales e invitarnos a tomar parte activa en la defensa de todas esas personas que sufren con dureza la cara amarga de la vida.
Gracias al gran interés generado, la edición se ha convertido en todo un éxito de participación, reuniendo un catalogo formado por más de 1.700 imágenes tomadas por 180 profesionales de 25 países.
El día 1 de febrero de 2015, se clausuró la exposición al público instalada en el Centro Cibeles y Ciudadanía de Madrid. Si no pudiste visitarla, aquí te dejamos 29 instantáneas que te darán que pensar.
La instantánea fue realizada por Jose Palazon en Octubre de 2014 y fue una de las fotografías más virales del año convirtiéndose también así en la ganadora indiscutible en su serie. En ella se muestra a un grupo de inmigrantes intentando cruzar la valla de Melilla en busca de un futuro mejor, mientras varios jugadores de golf hacen caso omiso de lo que está ocurriendo. «Hice la fotografía para denunciar la situación y ha funcionado. La gente lo ha entendido», explica Palazón, portavoz y presidente de la asociación Melillense Pro.de.in . «Estoy contento por haber ganado el premio, pero sobre todo por la difusión que ha tenido la imagen»
Andres Kudacki, foto-periodista de AP y primer finalista del premio, ha participado en esta edición con una selección de su trabajo sobre desahucios, «Para documentar este tipo de problemas sociales hay que armarse de fuerza y valor, ya que mientras tú estas trabajando, la gente que tienes al lado está viviendo una situación a punto de perderlo todo». En la imagen, se ve a un policía irrumpiendo en la vivienda de Maria Isabel Rodríguez Romero, para desahuciarla junto a los seis miembros de su familia, estos habían estado viviendo en su casa más de 24 años y tan sólo tenían una deuda de 1200 €.
Las palabras de indignación que el fotógrafo escuchaba durante sus reportajes era:»¿Por qué a mí ahora?, a nosotros nadie nos ayuda porque estamos en crisis, pero a los bancos sí los rescata el gobierno». En la fotografía, Luisa González llora ante el aplazamiento del desahucio de su familia y la demolición de su casa, tras una expropiación forzosa que, según ella, es consecuencia de la especulación inmobiliaria.
Verónica Ariza rompe a llorar mientras su marido le sujeta la mano durante el desahucio de su apartamento en Madrid. En esta imagen hacía 15 meses que habían dejado de pagar a Bankia la renta de su piso, cuando él se quedó sin trabajo, y ahora deben 12.000 euros.
En esta imagen la policía desaloja a unos activistas que tratan de impedir el desahucio de Susana Montoya en julio de 2013. Ella y su marido tienen tres hijos y desde hace un año, ocupan un piso de la Empresa Municipal de la Vivienda al no poder permitirse pagar un alquiler por la falta de trabajo en nuestro país.
Verónica Labradas es otra victima de esta crisis. En la fotografía permanece de pie fuera del que hasta entonces era su piso, mientras un hombre la ayuda a sacar sus objetos personales y muebles, tras haber sido desahuciada a finales de 2014. Labradas y su familia ocuparon el piso hace seis meses al no poder pagar el alquiler por haber perdido su negocio.
María Isabel Rodriguez Romero llora sentada ante la llegada de la Policía con la intención de efectuar el desahucio de su familia en Madrid, en septiembre de 2013.
Soledad Carrasquilla Delgado, de 53 años, desempleada desde hace unos años recibe ayuda de su hija, de su hermana, su marido y de dos miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) al desmayarse por un ataque de ansiedad después del aplazamiento de su desahucio en octubre de 2013.
Amigos y activistas ayudan a Verónica Labradas a sacar los cuadros, bolsas y efectos personales tras haber sido desahuciada por la Policía en Madrid, a finales de este pasado año 2014.
Veronica Labradas, permanece fuera de su vivienda sin saber qué hacer con sus pertenencias tras haber sido desahuciada.
Efrén González, de 68 años, tapa a su nieta, que duerme en la calle tras haber sido desahuciados en Madrid en septiembre de 2013. Su deuda tan sólo ascendía a 1200 €.
Un camión lleno de residuos orgánicos llega hasta el basurero de Siem Reap (Camboya). Se estima que en este lugar trabajan más de 20 menores de edad junto a sus familias.
En la imagen, una turista japonesa se tapa la boca y la nariz con una mascarilla ante el fuerte olor que desprende la basura del vertedero de Siem Reap (Camboya)
Kon Mai, de 15 años, (en el centro de la imagen) comenzó a trabajar en el vertedero con 12 años, tuvo que dejar de estudiar porque sus padres no encontraban trabajo, y ahora ellos también trabajan en el vertedero. Él cinco hermanos menores viene en la casa familiar, donde hay problemas de violencia de genero. Su sueño es irse de casa y trabajar en la construcción.
Un turista japonés se realiza un retrato con los niños que trabajan en el vertedero. El vertedero se ha convertido en una especie de atracción turística en la que los viajeros se realizan fotos y los niños posan a cambio de chucherías y caramelos.
Sueun Chany, tiene 14 años pero comenzó a trabajar en la basura a los 11 años. Su familia la forman siete personas y sueña con ser profesora.
Una turista japonesa hace fotos a los niños que trabajan en el vertedero mientras se protege con una mascarilla del horrible hedor.
Hael Kemra de 15 años tiene el sueño de ser profesora de inglés algún día. Comenzó a trabajar en el basurero con 10 años y no por voluntad propia, ya que fue su madre quien la llevó hasta allí para que ganara un sueldo que les permitirá sobrevivir.
Los niños de vertedero se despiden de los turistas coreanos, ingleses y japoneses que suelen acercarse en rutas turísticas hasta este «paraíso abandonado».
En estas imágenes Czuko Williams recuerda cómo un sin techo dio el título a su reportaje fotográfico: «Un hombre, que había sido vigilante de seguridad, me contó que la primera vez que le detuvo la policía para tomarle filiación, le preguntaron por su domicilio y él respondió: ‘El hotel de las estrellas’. El agente lo apuntó y le preguntó dónde estaba. ‘Pues aquí, allí, en la esquina de enfrente…’, respondió». En la imagen, se ve a un sin techo en la Suite «Benetton», en la Gran vía, 41 (Madrid)
Suite «El Corte Inglés», en la calle Preciados, 1 (Madrid). «La gente ve a estas personas pero en realidad no las ve, no existen», denuncia Williams.
Suite «El Raval». Carrer de Ferlandina, 25. Museo de Arte Contemporáneo (Barcelona).
Suite «Palacio de la Música». Calle Gran Vía, 35 (Madrid)
Otras de las Suite principales del «Palacio de la Música». Calle Gran Vía, 35 (Madrid).
Suite «Bankia». Calle Gran Vía, 44 (Madrid)
Suite «Capitol». Calle Gran Vía, 43 (Madrid)
Suite «Nadisar». Calle Alcalá, 94 (Madrid).
Suite «El Parque». Parque de la Fuente del Berro (Madrid).
Suite «Benetton». En memoria de Lourdes Vilches (Madrid).
Fuente: Medicos del mundo y HuffingtonPost
