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29 Objetos que te harán suspirar si viviste tu niñez a lo largo de los ’90

Ahora que lo retro está de moda, miles de objetos del pasado invaden mercadillos de segunda mano y tiendas especializadas dispuestos a reivindicar un hueco en nuestras estanterías y corazones.

Muchos de estos objetos fueron simpáticos juguetes o complementos que nos acompañaron cuando éramos pequeños y consiguen despertar en nosotros cierta añoranza. La mayoría de ellos no valen nada pero seguro que no te importaría encontrar alguno de ellos perdido en un cajón y recordar viejos tiempos con tus hermanas.

Estamos casi seguros de que si creciste en los años 90 reconocerás prácticamente todos los objetos de esta lista pero ¿cuantos crees que tienes por casa?

Colgantes de Chupete


Podías encontrarlos en el interior de las bolsas de chucherías y todos llevábamos uno en nuestro llavero.

Bandanas.

Pañuelos de mil formas y colores para ser el «más chulo» del colegio. Podías ponértelo de diademas, en la muñeca o con un nudo en el pantalón al estilo Punky Bruster.

Collar Tatuaje.

Un clásico que nunca muere, las chicas del colegio llevaban uno y a día de hoy aun puedes encontrarlos en los puestecillos de las ferias.

Colgantes de Ying Yang o Simbolo de la Paz.


Todos tuvimos un periodo pacifista y algo místico en nuestra adolescencia.

Anillos y joyería que cambiaba de color.


Anillos que cambiaban de color en función de nuestro estado de animo aunque en realidad tenia más que ver con nuestra temperatura corporal.

Miles de pulseras.


¿Cuantas pulseras llegamos a tener en una sola mano? ¿10? ¿30? ¿mil?

Coleteros para Chicas.


Los vendían como un invento que te dejaría un fantástico peinado pero en realidad eran una autentica tortura china.

Pantalones de Campana

Cuanto más grande fuera la campana más molaban, pero debemos admitir que son horrorosos. No favorecían nada de nada y acababan destrozados porque arrastraban por todos sitios.

Coleteros y pincitas de mariposa para el pelo.


Por si solos no eran nada, tenían que combinarse con varios tipos de coletas. Las mamás competían por ver cuantas mariposas podían llevar sus hijas a la vez.

Pulseritas de colores.


Una variante de las pulseras de feria que se rompía con gran rapidez.

Duendes de la suerte.


Su extraño pelo podía moldearse facilmente y crear divertidos peinados. Diseñados en miles de colores y tamaños los duendes causaron furor al principio de los noventa.

Peces Locos.


Con una pequeña caña con un imán en la punta debías cazar a estos simpáticos pececíllos que abrían y cerraban la boca sin parar. Lo mejor era competir con alguien a ver quien pescaba más peces.

Los muelles.


Ya fueran de colores o de metal estos muelles causaron furor. Su movimiento hipnótico conseguía atraparte al menos hasta que se rompiera.

Tetris.


La hermana pobre de la Game Boy nos dio miles de horas de diversión encajando las piezas de este Tetris no oficial.

Palítos Voladores.


Los podías lanzar desde gran altura y hacer carreras con los amigos.

Plastilina Moco.


Había de varios colores, azul, roja o verde moco. Era fría, blandita y pegajosa pero muy divertida. Si olvidabas cerrar bien el tarro a la mañana siguiente solo quedaba un triste moco seco.

Pompones.


De mil colores estos pompones de góma bailaron en nuestras manos, fueron también llaveros y adornos para los espejos retrovisores de los coches.

Tamagotchi!.


Gracias a él tu madre no te compró un perro de verdad porque no eras capaz de cuidarlo. Moría cada dos minutos sino le limpiabas el popó y le dabas de comer. Verlo crecer era un logro y asesinaste a más de uno sólo por aburrimiento.

Y con ustedes… PlayStation.


Cuando se presentó todos quisimos poseer una pero tuvimos que ahorrar y trabajar para poder comprar una. Es culpable de horas de diversión y de más de un fracaso escolar.

Los Discos 3/5.


Los abuelos de las tarjetas de memoría.

VHS.


Y las abuelitas de los DVDs.

Los videojuegos analógicos.


Antes de las Gameboys y otras maquinitas jugábamos con peceras de agua y un botón para dar presión.

Estuches con Botones.


Estuches con botones, compartimentos secretos y lapiceros. Más que un estuche y menos que un Transformer.

Mano loca.


Podías jugar con ella pegandola a todo tipo de superficies, tu madre te la quitaría y la tiraría a la basura en cuanto la viera sucia.

Tazos.


Un exito de marketing, eso fueron los tazos. Gracias a ellos se vendieron miles de bolsas de papas fritas, pelotazos y otros y fueron los culpables del inicio de la obesidad infantil.

El Walkman.

Y para terminar la lista, el que es uno de los objetos fetiche de los hipsters de hoy, el Walkman, que junto con la cinta de casett popularizaron la música.

Fuente: BuzzFeed y Magazinefeed

Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 8:08 pm

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