El miedo es una emoción básica que se caracteriza por una intensa sensación generalmente desagradable provocada por la percepción de un peligro, real, supuesto, imaginario, presente o o futuro. Es decir el miedo es algo positivo.
¿Positivo? ¿Cómo que positivo? Si, positivo. El miedo está profundamente relacionado con el instinto de supervivencia, es decir el miedo es adaptativo. Cuando percibimos un peligro inminente ante «un coche de carreras que sale de la oscuridad y se lanza a toda velocidad hacia nosotros» sentimos miedo, segregamos adrenalina y nuestro cuerpo se pone en marcha para apartarnos. El miedo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Ahora que sabemos que el miedo es positivo, ¿por qué no reírnos de él y aprender algunas cosas curiosas?
Durante los últimos cuatro años los retorcidos genios al frente de la atracción canadiense Nightmares Fear Factory (fábrica de pesadillas y miedo) han tomado fotografías del público en el momento de recibir uno de los grandes sustos de la atracción.
La cámara utiliza flash para congelar el momento y atrapar las reacciones de histéricas del publico en el momento de máximo terror.
La cara de la gente son un poema, filas de personas asustadas se aferran con fuerza a sus hijos, padres, familiares y amigos, algunos para protegerlos y otros sólo para esconderse.
Cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente, hablamos de terror. El terror es el miedo más intenso y desencadena las mayores respuestas fisiológicas.
En los casos más graves el terror puede paralizarnos de miedo y no permitirnos reaccionar. Se suele acompañar de un sudor frío y un aumento de la frecuencia cardiaca y en ocasiones muy intensas pérdida del control de esfínteres.
Según los expertos aunque la emoción del miedo es universal y un mecanismo de adaptación y supervivencia, cada cultura crea su propia construcción cultural del miedo, Las sociedades suelen tener miedo a las cosas que no comprenden o no pueden explicar.
El miedo puede poseer distintos grados y el idioma castellano distingue entre muchos términos según su grado o matiz. Por ejemplo, temor (miedo a un hecho ocurrido), aprensión (aversión a tocar algo), canguelo (miedo breve), pavor (miedo sin fundamento), pánico (miedo colectivo sin fundamento), susto (miedo breve y súbito), de alarma (reacción rápida a una amenaza)…
Además existen las fobias que son los miedos a objetos o situaciones concretas y son para dedicarles una entrada aparte porque hay algunas muy raras.
Y para los que se preguntan por el «susto» que han sufrido nuestros protagonistas, les diré que precisamente era producido por «un coche de carreras sale de la oscuridad y se lanza contra ellos a toda velocidad».
Fuente: Viral Nova
