Desde los antiguos griegos, el realismo ha inspirado a un gran número de artistas. Sin embargo, durante la década de 1960 y los 70 fue cuando la pintura altamente realista alcanzó su punto álgido. En aquellos años fue cuando nació el fotorrealismo y el hiperrealismo.
Estas corrientes artísticas siguen gozando de gran popularidad. De hecho, la maestría de ciertos pintores hace muy difícil distinguir sus obras pictóricas de una fotografía.
Aunque a veces suele confundirse hiperrealismo y fotorrealismo, estas corrientes difieren en un par de aspectos. El fotorrealismo busca reproducir una imagen utilizando un medio diferente, distanciándose de la adición de emociones, mientras que el hiperrealismo desea insertar la narración y los sentimientos en su trabajo. Este último movimiento tiene sus raíces en la filosofía de Jean Baudrillard, «la simulación de algo que en realidad nunca existió«.
A continuación os mostraremos unos cuantos ejemplos que muestran de lo que son capaces algunos artistas. Creedme, en algunos casos pensaréis que estáis viendo una fotografía, mas recordad que todas son pinturas:
Vía: Boredpanda, traducción y adaptación por La Voz del Muro.