Con una simple bombilla y mucho cuidado, se pueden conseguir cosas extraordinarias. Todavía no se ha logrado llegar a la vida eterna, pero con esta idea se puede disfrutar de los ciclos de la vida en miniatura.
Ver cómo cambia y evoluciona la naturaleza es siempre un espectáculo. Cosas maravillosas suceden a nuestro alrededor cada día y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta. Esta manualidad, sin embargo, te dará la oportunidad de vivirlo de cerca.
Solo se necesitan unos guantes, unos alicates, una bombilla, un destornillador, una pistola de silicona, pinzas, papel y una jeringuilla. Y, además, los elementos naturales, claro. Grava, arena, musgo, un palo y bellotas.
Para realizar nuestro experimento, seguiremos estos pasos.
Rompe con cuidado y con los alicates la parte de arriba de la bombilla
Trata de romper la parte de plástico para que sea más fácil tirar de ella
Una vez rota, sacamos la parte de la bombilla que alumbra: filamentos y cristales. Podemos ponerla boca abajo para que se vacíe mejor
Nuestro mini terrario irá apoyado sobre una roca, a la que echaremos silicona para pegarla
Quedará unida así, de forma casi vertical
Con un pequeño canuto de papel, que usaremos a modo de embudo, introduciremos la arena, el musgo y demás elementos naturales
Todo irá cayendo hasta el fondo, primero la grava, después la arena y por último lo demás
Al poner el musgo nos ayudaremos con unas pinzas, para poder colocarlo mejor
Y con la jeringa introduciremos agua para poder regar el mini terrario y que tenga vida
Con una pequeña bellota podemos cerrar la apertura para que todo se conserve
El aspecto final es el de un pequeño bosque
En lugar de una bellota podemos usar también un pequeño palo de madera como tapón y una sencilla estructura de alambre como soporte
¿Quieres ver el proceso en vídeo? Aquí lo tienes:
Fuente: SilvkiShow