El paso de los años lleva consigo el deterioro de nuestros cuerpos, tanto física como mentalmente. Las arrugas, el deterioro de la piel, los huesos y las canas son solo algunos de los cambios más evidentes, aunque la lista podría ser más larga.
En su último proyecto, llamado Faces of Century (Rostros del siglo), el fotógrafo Jan Langer ha retratado a un grupo de personas centenarias de origen checo, con la intención de compararlas con alguna foto de su juventud.
«Estas fotos comparativas exploran las similitudes y diferencias en el aspecto y la fisionomía. Las características de la personalidad cambian durante la vida, pero parece como si la naturaleza individual estuviera arraigada en los abismos del tiempo«, cuenta Langer sobre su proyecto.
Veamos algunos de sus retratos:
Marie Burešová, a los 23 (fotografía de boda) y a los 101 años
Antonín Kovář, a los 25 (director de su propia banda) y a los 102 años
Marie Fejfarová, sus imágenes de joven se quemaron. Aquí con 101 años
Vlasta Čížková, a los 23 (foto de graduación) y a los 101 años
Antonín Baldrman, a los 17 (cerrajero profesional) y a los 101 años
Prokop Vejdělek, a los 22 (foto de jura de bandera) y a los 101 años
Bedřiška Köhlerová, a los 26 (foto de boda) y a los 103 años
Anna Pochobradská, alrededor de los 30 y con 100 años
Ludmila Vysloužilová, a los 23 (foto que se hizo para regalársela a su prometido) y a los 101 años
Stanislav Spáčil, a los 17 (electricista) y a los 102 años
Vincenc Jetelina, a los 30 (después de construir su casa) y a los 105 años
Ludvík Chybík, a los 20 (confitero) y a los 102 años
Anna Vašinová, a los 22 (después de su boda) y a los 102 años