Mientras el protagonista del vídeo hacía surf, grabó estas imágenes de un cachorro de foca subiéndose a su tabla y jugando con él como si de su mascota se tratase.
«Mi amigo Andrew y yo estábamos disfrutando de unas olas de verano, cuando este pequeño individuo llegó y asustándonos en un primer momento porque no sabíamos lo que era.»
– dice el protagonista.
Después de una hora de jugar con el cachorro, los chicos decidieron regresar a la orilla, pero el pequeño quería más y trató de seguirlos hasta la playa.
«Cuando llegamos a casa Andy avisó a las autoridad locales de la fauna marina para que fueran conscientes de lo que ocurrió sólo fue algo fortuito…»