La idea y percepción de lo que es considerado bello se ha transformado con el paso del tiempo gracias al desarrollo social o mentalidad que muchas culturas y países han tenido. Aunque todavía existen algunos pueblos que tienen pensamientos muy diferentes relacionados a la belleza,
Por ejemplo, ciertas culturas aprecian ciertos rasgos o características de las mujeres y si alguien se sale de esa norma son apartados o en muchos casos, discriminados. Para algunas personas tener una complexión determinada o un color de piel y ojos que encajen dentro de su comunidad es lo ideal.
Alabi Rukayat Oyindamola / Facebook
Sin embargo, tal parece que entre más diferente nazcas más peculiar eres, ya sea por una marca de nacimiento o algún otro rasgo fuera de los común, es aún más difícil ser aceptado en la sociedad.
En Ilorin, Kwara State, Nigeria sucedió un caso relacionado al tema, Risiqot, una mujer con dos hijas compartió en las noticias de un medio local que su esposo las había abandonado por tener ojos azules.
El estigma social de no parecerse a las personas provenientes del continente Africano terminó por separar a su familia, además de ser juzgada y discriminada por nacer con un color asociado a las personas de origen caucásico.
Abdulwaisu Omo Dada, el marido comenzó a tratarla diferente cuando se dio cuenta que sus hijas habían heredado el iris de su madre. A través de Punch Newspaper, Risiqot dijó que ella y sus pequeñas son las primeras en nacer con ese «problema».
Al contrario de lo que muchos pueden pensar, no tiene problemas de visión y sus ojos están en óptimas condiciones, al igual que sus hijas. Cuando nació su primogénita, la pareja jamás pensó que el segundo bebé saldría igual, por lo que el hombre las abandonó sin pensarlo.
Actualmente, la mujer tuvo que mudarse con sus padres para que sus hijas crezcan en un mejor ambiente. Su historia llamó la atención de la universitaria Alabi Rukayat Oyindamola, quien busca generar conciencia sobre los problemas que enfrentan personas como Risikat con esta rara condición genética.
De acuerdo a un estudio realizado la Universidad de Copenhague, las anomalías en el color de ojos de los africanos tienen sus origen en la costa del Mar Negro.
