Esta anciana nació el 29 de Febrero de 1920 y hace unos días celebró su 25 cumpleaños

Publicado 3 marzo, 2020 por Olivia Martin
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Esta señora aunque nació en 1920 y aparentemente tiene ya 100 años, en realidad cumple solo 25. Le persigue la eterna juventud

Como ella existen unas 5 millones de personas nacidas el 29 de febrero que deben esperar cuatro años para festejar la fecha exacta de su cumpleaños.  El haber nacido en año bisiesto es algo especial, “no es común».

Cuando no es año bisiesto, los amigos y familiares de quien cumple el 29 le felicitan el 28 de febrero o el 1 de marzo, pero nada se compara al momento en el que el calendario tiene 29 días en febrero. Aquí la expectativa de los más cercanos crece.

Es imposible que los nacidos bisiestos, que representan una ínfima parte del planeta, no se sientan especiales, elegidos y diferentes al resto a pesar de que nacer en este día es problemático y de los refranes que acompañan a los años con 366 días como:

“Año bisiesto, año siniestro”

«Año bisiesto, ni viña ni huerto.»

«Cuando bisiesto el año es, las hojas del olivo se vuelven del revés.»

Si todavía no sabes por qué, te lo explicamos: nacer en un año bisiesto

Bisiesto viene de seis, estos años tienen un día más, entonces, en vez de 365 días, son 366. ¿Por qué este término y no otro? Porque proviene del latín y significa: repítase el sexto día antes de empezar el mes de marzo.

Nuestro planeta rota un total de 365, 24 veces sobre su propia órbita alrededor del Sol y por lo tanto tarda en dar la vuelta entera 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos exactamente.

Estas horas sobrantes al redondearse a 6 hacen que al cabo de cuatro años ya existen horas suficientes (24 horas) para agregar un día más y no perjudicar al calendario. Y fue así como se creó un año bisiesto. Es decir, que si en cada año nosotros únicamente contamos los 365 días nos faltarían esas 5 horas y casi 50 minutos de la rotación de la Tierra alrededor del Sol. Por eso cada cuatro años se agrega a febrero un día que compensa el tiempo sobrante.

Si no se añadiera un día al calendario cada cuatro años, las estaciones terminarían desfasadas y en 694 años Navidad caería en medio del verano en el hemisferio norte del planeta.

Un año normal del calendario gregoriano cuenta 365 días cuando en realidad son exactamente 365 días, 5 horas con 48 minutos y 56 segundos (365,25 días).

Origen de los años bisiestos

En el año 46 a. C. cuando Julio César llegó al poder, el calendario romano cargaba con siglos de desfases debido a su imprecisión. Es por ello que al emperador le solicitó al astrónomo alejandrino Sosígenes que le ayudara a crear un nuevo calendario que estuviera más apegado a la realidad del tiempo que tarda la Tierra en girar. Para llevar a cabo este cambio se basó en un almanaque que había descubierto el cual provenía de la faraona egipcia Cleopatra.

La compensación de los desfases que tenía acumulados el calendario romano obligó a que el año 46 a. C. se convirtiera en el más largo de la historia, con 445 días de duración para compensar e iniciar nuevamente de cero.

Este nuevo calendario creado contaba con 365 días y casi 6 horas, por tanto cada cuatro año había que agregarle un día más. Ese mismo es el que mantenemos hasta nuestros días.

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