La ciencia discute si este pez ha domesticado a otra especie

Publicado 22 febrero, 2021 por Alberto Díaz - Pinto
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Los seres humanos somos indiscutiblemente los mejores en domesticación. La lista de especies que hemos domesticado es extensa. Abarca desde perros, gatos, ovejas o gallinas, hasta criaturas como las abejas o los loros, así como plantas como el trigo o el maíz. E incluso, en ocasiones, entre nosotros mismos nos hemos terminado domesticando.

Sin embargo, un estudio reciente, publicado en la revista Nature y dirigido por investigadores de las Universidades Griffith y Deakin, ha descubierto que una especie de pez parece estar usando camarones, del mismo modo que nosotros usaríamos un animal de granja.

Los expertos piensan que podría tratarse del primer ejemplo de una especie de vertebrados, además de los seres humanos, que domestica a otro animal.

La damisela, el pez que domestica camarones para que cuiden de sus granjas de algas

El pez granjero en cuestión es la damisela de aleta larga, cuyo nombre científico es Stegastes diencaeus. Estos peces habitan en los arrecifes de coral cercanos a Belice, en América Central, y se pasan el día cuidando y alimentándose de sus propias granjas de algas personales.

granjas de algas en Belice

Granjas de algas del pez damisela en los arrecifes de la costa de Belice / wikipedia

Orgulloso de su abundante cosecha, el pez damisela ahuyentará a todo aquel que se acerque demasiado a sus «granjas». A todos menos a los enjambres de pequeños zooplancton llamados camarones mísidos (Mysidium integrum), quienes son los encargados de fertilizarles sus plantaciones.

Por su parte, el pez damisela protege a los camarones de otros depredadores. Por tanto, se trata de una relación de domesticación en la que ambas partes salen beneficiadas. Los pequeños agricultores no podrían vivir sin la protección de este tipo de peces, mientras estos sacan provecho de la «mano de obra» de los pequeños crustáceos.

Los responsables de la investigación han comparado esta relación con la que tuvieron los lobos con el hombre, antes de ser domesticados y convertirse en los perros que conocemos hoy en día. Sin embargo, esto también ha servido para crear controversia de si se trata realmente o no de una domesticación como tal.

Pero… ¿Cómo surgió esta extraña relación?

La línea de lo que define exactamente la domesticación no está clara. Algunos investigadores defienden que la domesticación requiere cambios genéticos entre las criaturas silvestres y domesticadas que normalmente son seleccionadas por el domesticador, así como una influencia multigeneracional sostenida sobre la reproducción y el cuidado de las especies domesticadas.

Pero en este caso, los investigadores tienen algunas razones sólidas para hablar de domesticación entre el pez damisela y el camarón mísido.

«La damisela de aleta larga podría haber creado sus granjas con fines no relacionados con la domesticación de los camarones. Sin embargo, estos no se encuentran fuera de ellas, lo que sugiere que sí tienen una dependencia obligatoria de los peces y de sus granjas para sobrevivir en un entorno rico en depredadores«, afirma el jefe del estudio, Rohan Brooker, de la Universidad de Deakin, según recoge Science Alert.

Esto significa que los peces damisela no necesitan al camarón mísido, pero estos sí necesitan algún tipo de damisela para protegerlos de la depredación.

Todo podía haber empezado como «comensalismo».  Es decir, una relación donde una criatura se beneficia de otra, sin dañarla, pero la otra no obtiene ningún beneficio. Por ejemplo, del mismo modo que las aves se alimentan de los parásitos de los mamíferos. Sin embargo, la damisela de aleta larga también consiguió beneficios de «sus amigos agricultores».

Sea como fuere, de si se trata de una domesticación veraz o no, lo cierto es que la damisela les ofrece protección y comida y, a cambio, recibe su «mano de obra» en la siembra de más algas. ¿No es maravillosa la naturaleza?

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