El radical y bonito antes y después de una casa tras una económica reforma

Publicado 24 abril, 2020 por Olivia Martin
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Kelly Siebe es una joven diseñadora de interiores que recientemente se ha embarcado en un proyecto personal. Junto a su hija y su perro bulldog se mudó a una casa de la década de 1930 en Albuquerque (Nuevo México). Siempre he vivido en casas antiguas, por tanto la fecha de construcción de su actual hogar no es un problema.  Vamos a ver a continuación cómo ha quedado con fotos del antes y el después.

La artista ha necesitado poco presupuesto para dejar fluir su pasión, y reconvertir el nuevo hogar. Dado su reducido tamaño Kelly pudo llevar a cabo una remodelación bastante grande y profunda. Esto le permitió diseñar cada detalle exactamente como ella tenía pensado que fuera.

 

La cocina, por ejemplo,  la creó prácticamente desde cero. Construyó una isla incorporada y pintó los pisos de madera.

 

Siebe aprovechó la buena luz para las plantas, los excelentes pisos de madera, así como los gabinetes originales. La vivienda, según comparte en sus redes sociales y con apartmenttherapy.com, solo necesitaba un poco de actualización y algo de amor.

 

El área central del porche parece un espacio mucho más grande por la cantidad de luz natural que entra.

El diseño de esta casa fue el proyecto más grande que había hecho hasta ahora

Cada estancia refleja la tranquilidad del desierto, con espacios abiertos  y explosiones inesperadas de color que aportan alegría. Su hija, por ejemplo, eligió los colores del atardecer para su propia habitación.

Aunque la joven explica que le encanta un estilo más minimalista y neutral, en realidad es maximalista y debe tener cuidado, según explica, porque tiende a presentar todos los colores del arco iris en un mismo espacio.

 

Esta joven tranquila, creativa y acogedora quiere que todo lo que le rodea sea igual

Por otra parte, Siebe quiere que su casa refleje lo que le gusta: disfrutar junto a su pequeña y los amigos de los juegos de mesa, las buenas pelis, así como cantar y bailar en voz alta.

La diseñadora se inspira en creaciones de mediados de siglo con muebles vintage y paisajes naturales. Todo con mucho color para darle un toque divertido. Al vivir en Nuevo México la paleta que utiliza son una mezcla entre la puesta de sol, flores de cactus y los grandes cielos abiertos.

Cuenta además que los primeros pasos en la reforma fueron refinar y alisar  las paredes de la casa que, en su mayoría estaban cubiertas de una horrible textura manchada. Esos simples cambios hicieron una gran diferencia en la habitabilidad y comodidad del hogar.

El refrigerador Smeg azul menta que aporta una frescura increíble, posiblemente la pieza que menos pasa desapercibida.

El consejo que deja la joven sobre el diseño de casas únicas con un presupuesto ajustado es que «derrochemos» solo en muebles hechos a mano especiales que llenen el corazón de alegría y simplifiquen el resto. Que el lugar donde vivamos nos encante y nos traiga alegría, que cada elemento que pongamos en él sea significativo, que aporte sentido y una sensación de paz y hogar.

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