Te traemos un fantástico elemento decorativo para el hogar. Es muy fácil de hacer, por eso queremos enseñarte a crear un precioso terrario de musgo.
Son estupendos para tener en el interior de la vivienda y no necesitan demasiada atención. ¡Elige el recipiente que más te guste y empezamos!
Por terrario entendemos, básicamente, un recipiente transparente, sin salida para líquidos y capaz de albergar su propio sistema ambiental.
Podemos utilizar casi cualquier cosa de contenedor: un acuario viejo, una botella de cristal, una jarra de vidrio o cualquier otro objeto por el estilo. Lo importante es que se pueda ver el interior.
El primer paso será colocar una capa de piedras pequeñas en el fondo de bote.
Ahora toca añadir una capa de musgo, que puede ser seco o esfagno. Esto evitará que la tierra se mezcle con el agua del fondo y se forme barro. Es un filtro natural.
Encima coloca con cuidado unos cuantos centímetros de tierra. Puedes ponerte todo lo creativo que te apetezca y diseñar el paisaje que quieras.
Por último, pon musgo vivo sobre la superficie que has diseñado. Dale unos pequeños golpes para que se junte con firmeza a la tierra. Si la boca del tarro es pequeña, ayúdate con una cuchara o una espiga larga de madera. Rocíalo con agua y ponlo en su lugar donde no reciba luz directa.
Cuando veas condensación en los lados sabrás que está lo suficientemente húmedo.
Aún que el terrario de musgo requiere un cuidado bastante básico, hay cierto mantenimiento que debes hacer tener en cuenta.
Es fácil pasarlo por alto pero es bastante importante. El musgo está sano con un PH entre 5.0 y 6.0. El clima necesita ser un poco ácido para que absorba los nutrientes necesarios.
Unos LEDS a poca potencia son lo mejor para imitar a la naturaleza. En todo caso, evita que la luz del sol le dé directamente.
Un flujo de aire fresco continuo será lo que lleve a la planta nuevos nutrientes. Y ten cuidado que la humedad no supere el 80%.
El musgo tiene una gran capacidad de regeneración. Si no lo tratas químicamente es capaz de recuperarse bajo las condiciones adecuadas.
Un truco para ayudarlo a crecer es molerlo con suero de leche y rociarlo sobre la superficie. Al poco tiempo verás que empieza a aparecer. Es especialmente útil para superficies de piedra, ladrillo u hormigón.
Los mejores son aquellos a los que les gusta una humedad muy alta:
Si tienes suerte, lo podrás encontrar fácilmente en zonas con mucha sombra, bosques o patios traseros. También es posible comprarlo por Internet, es una planta muy resistente y aguanta el viaje.