A sus 28 semanas de embarazo, Chloe Dunstan se sentía la mujer más entusiasmada del mundo, cuando le comunicaron que tendría trillizos, dos niños y una niña. Por desgracia, este entusiasmo pronto se convertiría en angustia, cuando los médicos le obligaron a tomar una de las peores decisiones de su vida.
Esta australiana de Perth, de 22 años, y su marido Rohan, de 26, debían elegir entre continuar con el embarazo y perder a su niña, privada de oxígeno y nutrientes, o dar a luz antes de tiempo, poniendo en riesgo a los tres bebés.
Chloe sopesó mucho todas las opciones para hacer frente a una de las decisiones más complicadas que habíamos escuchado hasta la fecha y que cambiaría sus vidas para siempre. Esta es su historia:
Chole y Rohan ya eran padres de tres hermosos niños, por lo que su próximo objetivo era ir a por la niña
Por eso, decidieron que iban a intentarlo una vez más
Así que cuando mamá se enteró que estaba embarazada…
Todo el mundo estaba encantado con la llegada de un nuevo miembro en la familia. Un par de semanas más tarde, Chloe acudió al médico para ver los resultados de su primera ecografía. Sin embargo, no era lo que la pareja estaba esperando…
«Lo que se suponía que iba a ser nuestro cuarto bebé, realmente sería nuestro cuarto, quinto y sexto. Para ser honesta, a día de hoy todavía sigo muy sorprendida, pues nos habíamos fijado el tope con el cuarto hijo. Estaba asustada, emocionada, abrumada, contenta y muchas otras emociones conocidas por el hombre»
Unas semanas más tarde Chloe fue al médico para hacerse un chequeo rutinario, pues su vientre empezaba a verse realmente grande
Ahí fue cuando se enteró que por fin traería al mundo a una niña, pero los médicos le advirtieron que no estaba creciendo lo suficiente. Sus hermanos estaban acaparando todo el espacio y, a cada día que pasaba, la situación de la esta empeoraba
Los médicos dijeron a Chloe que la niña moriría si no intervenían. Sin embargo, una cesárea tan anticipada pondría en riesgo a los otros dos niños sanos. Así que nuestra protagonista tenía que elegir entre darle una oportunidad de vida a su hija poniendo a sus otros dos hijos en riesgo, o traer al mundo a dos niños fuertes y sanos
El equipo médico le advirtió de todos los riesgos que corría. «En ese momento no podía escuchar nada de todo aquello. Mi mente solo era capaz de repetir continuamente: quiero a todos mis bebés. Admito que por un momento contemplé la posibilidad de dejarla marchar, pero no podía renunciar a ella. Sabía que era muy fuerte porque había recorrido ella sola el camino de las 28 semanas, cuando apenas estaba recibiendo nada de nutrientes en el útero».
«Me siento culpable por haber dado a luz a los varones tan pronto, cuando estaban creciendo tan bien en el útero, pero si no lo hacía de esa forma Perla habría muerto, por lo que nunca me arrepentiré»
Los tres hermanos tuvieron que luchar mucho para salir adelante, pero cada día que pasaba era una batalla ganada
Con Rohan al cuidado de los otros 3 pequeños, Chloe estaba tranquila porque sabía que todo iba a ir bien
«Mis tres pequeños lo consiguieron, y no solo eso, ya que todos actualmente están muy saludables. Estoy muy orgullosa de ellos y no puedo esperar a verlos crecer»
La espera en el hospital ha merecido la pena, pues hoy los 8 finalmente están juntos en casa y completamente sanos. Actualmente Henry pesa 3,5 kilos, Rufus 3 y la pequeña Perla 2. Además, según cuenta su m madre, el vínculo que comparten es cada vez mayor
«Cuando están cerca y se abrazan, se quedan dormidos al instante. No puedo esperar a ver cómo será este vínculo con el tiempo»
La evolución de los pequeños ha sido muy seguida en los medios sociales australianos. Afortunadamente, la arriesgada pero valiente decisión de Chloe Dunstan ha sido recompensada con la mejor noticia de todas, así que ¡nuestra más sincera enhorabuena a toda la familia!
Fuente: littlethings
