Así eran los dibujos que un niño de siete años del siglo XIII dejó en decenas de árboles

Publicado 23 diciembre, 2019 por Olivia Martin
dibujo niño 7 años antigüedad
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El abedul es un árbol que en tiempos antiguos se consideraba de gran valía y se cultivaba ampliamente. Su corteza, al ser tan lisa, fue utilizada durante siglos por todos como un lienzo de papel, para escribir, dibujar, etc. Al ser tan suave y fina era muy fácil de arañar y dejar huella.

Hace 50 años en la ciudad rusa de Novgorod, que está rodeada por un frondoso bosque de abedules, fueron hallados, en la corteza de los árboles, importantísimos manuscritos.

Entre los hallazgos aparecieron unos dibujos hechos por un niño en el siglo XIII llamado Onfim que, según los historiadores, tendría entre seis y siete años de edad. Eso que terminaba pareciendo un garabato, en realidad eran las tareas de un niño que empezaba a escribir sus primeras sílabas y salmos, pero que al final acaba llenando con dibujos las páginas.

Todos los descubrimientos pertenecen a un período comprendido entre los siglos XI y XV y en ellos se incluye información muy variopinta. Desde cartas personales, transacciones comerciales y disputas legales hasta listas de compras, ejercicios escolares, testamentos, propuestas de matrimonio o hechizos y maldiciones.

Aquí se puede observar que el niño Onfim comienza escribiendo las letras del alfabeto en la esquina de la página, pero luego se aburre y se dibuja así mismo como un guerrero derrotando a su enemigo con una lanza en la mano.

También se pintaba como una bestia salvaje de cuello alargado y orejas puntiagudas que echaba fuego por la boca. Lo que parece un dragón tenía colgando un cartel en el que mandaba saludos a un compañero de la escuela llamado Danilo.

Onfim, aunque era imaginativo y dibujaba animales, bestias o guerreros, también pintaba personas normales, como por ejemplo, a su madre y su padre.

bestia

amusingplanet.com

Manuscritos que reflejan la vida medieval en Novgorod

Estas pinturas en los abedules demuestran que la educación de hace 800 años no es muy diferente a la de ahora. Los niños practicaban el alfabeto, deletreaban sílabas y reproducían textos conocidos.

La gran cantidad de letras en la corteza de abedul atestiguan la alfabetización masiva de la población de Novgorod. Una ciudad que constituía un importante centro de la cultura rusa.

Otras notas halladas en las cortezas

En una nota de un padre a su hijo, que parecía una lista de compras, decía (como si se hubiese escrito ayer):»Envíame una camisa, toallas y pantalones; y para mi hermana, envía tela». La nota terminó con un poco de humor: «Si estoy vivo, lo pagaré».

En otro escrito que data de 1280 un hombre declara su amor a una mujer con estas palabras: “Cásate conmigo. Te quiero a ti y tú a mi”.

Todos y cada uno de estos hallazgo significan una vía de comunicación. Es como si los miembros de la antigua Novgorod nos estuvieran hablando a través de estos pergaminos.

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