Seguro que has visto Venecia inundada ¿Pero la conoces sin agua?

Publicado 13 septiembre, 2019 por Alberto Díaz - Pinto
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Cuando la gente visita Venecia, principalmente espera poder perderse entre sus maravillosos canales montados en góndola o motonave en aras de perderse entre sus históricas y encantadoras calles. Sin embargo, los turistas que eligieron pasar el último día del año en la ciudad, fueron testigos de una postal muy distinta a la que estamos acostumbrados a ver: los canales estaban prácticamente vacíos.

Lo normal es que Venecia se inunde durante el invierno debido a las lluvias, el deshielo y principalmente a las mareas altas. El año pasado, por ejemplo, el nivel del mar se elevó hasta 25 cm, manteniendo la tónica constante.

En estos casos, una alarma sonora de frecuencias crecientes se activa siempre con la marea alta, para advertir a los venecianos sobre la inminente inundación de calles, canales y plazas. No obstante, no hay alertas que valgan cuando el fenómeno se produce a la inversa, la marea baja excepcional. La única señal es que el Gran Canal deja sin agua a los restantes canales y ríos.

Así pues, en algunas ocasiones la marea ha descendido más de 60 cm, ofreciendo una imagen insólita y desoladora de la ciudad: las góndolas amarradas en la parte más baja de los postes, así como lanchas y barcazas varadas en el fango. Este, además, genera un olor pestilente en contacto con el aire que hace que la visita no sea tan agradable como se esperaba.

Durante horas no hubo servicio de góndolas, taxis ni motonaves. Tan solo se podían ver unas cuantas barcazas circulando por algunos tramos del Gran Canal. Por consiguiente, los visitantes tuvieron que recorrer la ciudad a pie, decepcionados y con sensación de fraude. Y es que, seamos realistas, Venecia sin agua no es lo mismo.

Si los venecianos ya viven preocupados por la marea alta, la cual les obliga a ir con botas de pescador o circular por pasarelas de madera, la marea baja les angustia aún más puesto que la ciudad pierde el interés turístico y, sin este, no hay negocio. Después de todo, todavía no conozco a nadie que quiera pasar sus vacaciones en una ciudad llena de fango.

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