Batagaika o «Puerta al Infierno», el cráter siberiano que no para de crecer desde los años 60

Publicado 3 septiembre, 2020 por Alberto Díaz - Pinto
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Si recordáis, hasta la fecha hemos conocido formaciones geológicas realmente apasionantes, como la Roca del Púlpito, en Noruega, un mirador natural que ofrece unas vistas privilegiadas del el Fiordo Lysefjord. También nos adentramos en Xiaozhai Tiankeng, el pozo más grande y profundo del mundo con una profundidad comprendida entre los 511 y los 662 metros.

Hoy, siguiendo esta misma dinámica, conoceremos el famoso cráter de Batagaika, localizado en la recóndita Siberia. Y pensaréis, ¿qué puede tener de especial un cráter? Bien, lo que ha hecho que el Batagaika se haga famoso es que se trata de un fenómeno único, pues no ha dejado de crecer desde los años 60. De hecho, comúnmente se le conoce como «Puerta del Infierno»… ¿nos os pone los pelos de punta?

Adentrémonos en esta extraña formación geológica y conozcamos esta rareza de la naturaleza más de cerca:

La “Puerta al Infierno”, el cráter siberiano que surgió en los años 60 y no ha dejado de crecer

Cerca de la cuenca del río Yana, en plena Siberia, existe un cráter con forma de renacuajo que no para de crecer. Actualmente sus dimensiones abarcan 1 kilómetro de largo, por 800 metros de ancho y unos 100 metros de profundidad. Sin embargo, estas cifras dejarán de ser así muy pronto, ya que crece estrepitosamente. Se trata del cráter Batagaika.

Se trata de un emplazamiento que ha despertado un profundo interés en la comunidad científica, pues les está permitiendo entender cómo eran los climas, así como los bosques y fauna locales en el pasado. Sin embargo, se trata de un hoyo gigante que, a medida que avanza, los nativos piensan que esta «puerta al inframundo» se está abriendo.

Como decíamos, el cráter Batagaika comenzó a formarse en los 60, cuando se comenzó a talar el bosque. En un punto determinado, la tierra comenzó a hundirse y dicho proceso se ha visto acelerado por el ascenso de las temperaturas en los últimos años. «Esta rápida desforestación implicó que en los meses de verano el terreno dejó de estar protegido por la sombra de los árboles, haciendo que se hundiera«, explica la doctora en Físicas Mar Gómez en un hilo de Twitter.

Del mismo modo, las grandes inundaciones acaecidas en 2008 también contribuyeron en el aumento de su tamaño.

Un extraño lugar que nos permitirá conocer el clima del pasado y cómo será en el futuro

El profesor Julian Murton, de la Universidad de Sussex, y su equipo realizaron una investigación sobre el terreno en 2016. El estudio determinó que la edad del suelo del cráter se acerca a los 200.000 años de antigüedad. Las muestras recogidas, además, permitieron conocer que hace miles de años el clima de la región era como en la actualidad e incluso más caluroso. «Este proyecto nos permitirá comparar los datos de sitios similares en Groenlandia, China o la Antártida. Los datos sobre los sedimentos antiguos y la vegetación nos ayudarán a reconstruir la historia de la Tierra«, expone Murton.

El calentamiento global ha provocado la descongelación de la capa de permafrost, es decir, la capa de terreno permanentemente congelada que se encuentra en regiones frías bajo el suelo activo que pisamos. Esta descongelación prematura también ha propiciado que el cráter se vaya haciendo más grande con el paso de los años. Sin embargo, su estudio ha permitido ofrecer indicios muy importantes sobre cómo era el clima hace milenios y, probablemente, de cómo será en el futuro.

Según Mar Gómez, el aumento de las temperaturas y la deforestación han provocado que la pared del cráter haya crecido a un promedio de 10 metros por año en la última década. En años más cálidos, sin embargo, el crecimiento ha sido incluso de hasta 30 metros por año.

Los restos de árboles, polen y animales revelan que antiguamente la zona boscosa muy densa. Además, dentro del gran agujero, los paleontólogos ha encontrado fósiles de bisontes, mamuts, caballos (como el de la imagen de abajo), alces y renos que poblaron la zona hace 4.400 años.

Batagaika no es el único

Sin embargo, y a pesar de su extrañeza, el cráter de Batagaika no es un caso aislado. Los científicos han encontrado otros cráteres a pocos cientos de kilómetros de distancia. De hecho, en total se han contabilizado hasta siete cráteres de esta índole en Siberia, todos creados, según los científicos, derretimiento del hielo subterráneo del permafrost.

No obstante, se han generado toda clase de hipótesis al respecto, como que se trata de impactos de meteoritos o que fueron provocados por extraterrestres.

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