6 casos de personas que se han casado con objetos inanimados

Publicado 4 junio, 2020 por Javier Escribano
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Como su nombre indica, la objetofilia es la atracción sentimental hacia elementos inanimados. Estos pueden ser objetos, herramientas, edificios y hasta palabras. Entender esto requiere de amplitud de miras respecto a la definición de amor y también a la de relación sexual, que muchos miembros de la comunidad OS (Objectum Sexuality) afirman tener con sus parejas inanimadas.

El amor que estas personas profesan por sus objetos es mayor que el desconcierto y los prejuicios que encuentran a su alrededor, y muchos no dudaron en celebrar auténticas bodas (aunque no legales) para formalizar su situación. Aquí recopilamos seis de los casos más sorprendentes de gente que se casó…

… con un edredón

Pascale Sellick, una mujer de Devon, Reino Unido, de 49 años, se casó en 2019 con un edredón. «Es la relación más larga, fuerte, íntima y fiel que he tenido nunca. Eso es porque siempre ha estado ahí para mí y me da grandes abrazos».

Sellick invitó a todo el que quisiera asistir a su boda, aunque fueran desconocidos, pero tenían que cumplir con el código de vestimenta: pijamas. El edredón iba «vestido» con mensajes de «Sé tú mismo». Sellick (que también tiene una relación duradera con un chico humano llamado Johnny) quiso que la ceremonia diera un mensaje para normalizar la soledad en San Valentín: «Queríamos recordar lo importante que es cuidarse, tener tu propio ‘día de edredón’, no hace falta tener una relación para sentirse querido.»

… con un holograma de Hatsune Miku

Akihiko Kondo, un japonés de 35 años, se casó con un personaje de ficción, Hatsune Miku. Concretamente, es un programa «vocaloid», un sintetizador de voz con el aspecto de una niña cantante de pop de 16 años que protagoniza conciertos en forma de holograma por todo Japón. Kondo afirma estar enamorado de Hatsune Miku desde hace diez años, un personaje que tiene en forma de peluches y su propio holograma que le despierta cada mañana.

Kondo sufrió abusos de pequeño, y una mujer en el trabajo que le acosaba le provocó un ataque de ansiedad, hasta que decidió que no se casaría con un humano. «Miku-san es la mujer que amo y la que me salvó».

… con una noria

Linda Ducharme, de Florida, tuvo una relación con una noria llamada Bruce durante 30 años, hasta que celebró su boda en 2012. El nombre original de la noria es «Skydiver», y han permanecido juntos en la salud y la enfermedad. En 1986, una tormenta derribó la noria, pero Linda recuperó las piezas y gastó 100.000 dólares en repararla.

Su amor por Bruce fue instantáneo, desde el primer momento que montó en la noria en un carnaval. «Bruce es mi mundo, pienso en él constantemente. Me siento plena cuando estoy con él». 

Curiosamente, una reciente película que explora el tema, Jumbo, también trata sobre una relación con una atracción de feria.

… con una estación de tren

Carol Santa Fe, de 45 años, se casó con la estación de tren de Santa Fe, en San Diego, California. Cada día viaja 45 minutos en bus para ir a su ver a su «esposa», a la que llama Daidra, y charlar con ella. También afirma tener sexo con ella mentalmente, en una zona de la estación donde tiene más intimidad, apoyando su cuerpo contra la pared de la estación. El sonido de los motores de los trenes la excita. «Consumamos nuestro amor por primera vez cuando sentí la pared a mi espalda. Estuve cerca de llegar al orgasmo y tenía miedo de que me descubriera el personal de la estación».

Carol tuvo una relación con un hombre, pero no funcionó. Llevaba enamorada de la estación desde que era pequeña, pero no lo descubrió hasta que descubrió otros casos similares al suyo en Internet. «Objectum sexuality no es una enfermedad mental como dicen los medios. Es nuestra sexualidad, como ser lesbiana o bisexual, no estamos locos. La gente no lo entiende».

… con una piedra

Tracey Emin, una artista conceptual inglesa, anunció que se casó con una piedra en 2015. A diferencia de los otros casos en esta lista, Emin no se identifica con la sexualidad OS, y considera su matrimonio como una forma de empoderamiento y de reflexión acerca de la espiritualidad del amor, más allá de lo carnal. «En mi cabeza, comparto identidad con al precioso que ha estado aquí desde la eternidad. Es una forma de sentirme segura y no sola. El amor puede hacer eso».

… con el Muro de Berlín

El caso de Eija Riitta Berliner-Mauer fue, de hecho, el que motivó la clasificación de la sexualidad OS. Esta mujer se casó en 1979 con el Muro de Berlín. Naturalmente, su relación se rompió en 1989 (afirma que fue «mutilado»), y nunca regresó a los restos del muro, pero mantuvo su relación con sus maquetas a diferentes escalas, con las que se acuesta por las noches.

Fuentes: Listverse, Insider, BBC

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