En el mar, el pez más temido es el tiburón, por eso tal vez creas que al nadar en un río estás a salvo; sin embargo, existe un pez pequeñito que podría matarte.
Hablamos del candirú, un pez de agua dulce que habita en los ríos del Amazonas y es el más temido de la región. El motivo: se introduce en tu cuerpo y se alimenta de tu sangre.
Los lugareños cuentan historias terroríficas sobre este pez, que causa el «dolor más grande» que podrías sentir.
Desde hace más de cien años, se dice que el candirú tiene la costumbre de meterse en la uretra de aquellos que disfrutan de un momento dentro del agua, sobre todo si hacen pipí, y luego deposita sus huevos en la vejiga.
Otros relatos mencionan que el pez tiene la capacidad de saltar fuera del agua y nadar hacia arriba por el chorro de orina, o que muerde la piel para meterse en el cuerpo; incluso afirmaban que estos peces eran mucho más temidos que las pirañas.
Aunque el candirú puede ingresar al cuerpo por cualquier orificio y afectar tanto a hombres como mujeres; se cree que tiene preferencia por los hombres ya que confunde el pene con otro pez.
No se trata simplemente de que el pez candirú sea «malo» y su propósito en el mundo sea atormentar a los humanos; todas estas creencias tienen una explicación lógica.
Pero lo cierto es que el candirú sí es un pez muy peligroso ya que su cuerpo está recubierto de pequeñas espinas que se encajan en el interior del huésped y provoca dolores extremos; además de hemorragias e infecciones. Para deshacerse de él es necesaria una intervención quirúrgica.
El candirú es un parásito, esto quiere decir que vive y se alimenta de otro animal; normalmente de otros peces que viven en el Amazonas. Es atraído por los químicos que sueltan los peces a través de las branquias, lugar donde el candirú se deposita y comienza a alimentarse de la sangre de su «nuevo amigo».
Uno de estos químicos es el amoniaco, sustancia que también está presente en la orina de los humanos. Es por eso que al orinar dentro del agua, el candirú es atraído hacia el origen de la sustancia y cuando encuentra un orificio se introduce en él.
Pero no hay de qué preocuparse, aunque las historias sobre este pez son numerosas, todos los registros que se tienen son solo relatos. El único incidente comprobado sucedió en 1997, en Manaos, a un hombre que afortunadamente se salvó.
De cualquier manera, no está de más ser precavido y no orinar en los ríos amazónicos, tanto para evitar un posible ataque del candirú como para no contaminar las aguas de la región.
