Las causas del cambio climático en la fauna marina: los cangrejos están perdiendo sus caparazones

Publicado 4 junio, 2020 por Javier Escribano
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La acidificación de los océanos es otra de las consecuencias que el cambio climático tiene en nuestro medio ambiente. Se produce cuando el agua del mar absorbe el dióxido de carbono, expulsado por los combustibles fósiles. Esto causa que se reduzca el pH, lo que aumenta la acidez del agua. Una mayor acidez significa una reducción del carbonato, una sustancia que utilizan los artrópodos marinos (como crustáceos o moluscos) para formar  el carbonato de calcio con el que forman sus conchas.

Recientemente, un estudio realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ha descubierto los efectos negativos que tiene la acidificación en las larvas de cangrejos. Los investigadores analizaron una muestra de larvas de cangrejo (concretamente, el Metacarcinos magister o Cancer magister, un cangrejo de gran tamaño que habita en la costa oeste de América del norte) y descubrieron daños estructurales en sus conchas y deformidades en su exoesqueleto. Cuando crezcan, los cangrejos desarrollarán serios problemas para moverse, alimentarse, reproducirse o protegerse de depredadores, lo que dificultará que lleguen a la edad de reproducción. Además, los cangrejos afectados eran más pequeños y dañaban sus mecanoreceptores (que utilizan para desplazarse).

«Si los cangrejos y otras formas de vida se ven afectados, tenemos que asegurarnos seriamente de prestar atención a varios componentes de la cadena trófica antes de que sea demasiado tarde», explica Nina Bednarsek, autora del estudio. Anteriormente, ya se había descubierto que este fenómeno afectaba a otros animales microscópicos, como los pterópodos o el fitoplanctonlos, la base de la cadena alimenticia de los ecosistemas marinos.

Richard Feely, uno de los co-autores del estudio, sentencia la seriedad del asunto: «Hemos descubierto un daño en las larvas de cangrejo que no esperábamos que ocurrieran hasta mucho más tarde de este siglo.» La acidificación de los océanos, en sí, es un proceso natural (todos los seres vivos emiten dióxido de carbono), pero se ha visto agravado por las emisiones industriales.

Desde la Revolución Industrial, hace aproximadamente 150 años, el índice de pH ha descendido un 0,1 unidad, y a este ritmo podría bajar hasta 0,4 unidades. Esto significa un aumento de acidificación del 30 por ciento desde los tiempos preindustriales, un cambio sin precedentes en la historia del planeta. Aunque es imposible predecir con exactitud qué pasaría en los océanos de no revertir la situación, lo que es seguro es que muchos organismos marinos se encontrarían con serias dificultades para desarrollarse, y eso podría ir seguido de un efecto dominó que disminuiría la productividad y diversidad del ecosistema.

Fuentes: IFL SciencePNUD

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