La oruga que construye una “cabaña de troncos” como capullo y la que se hace una verja

Publicado 21 febrero, 2020 por Javier Escribano
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Las orugas de saquito (Psychidae) son famosas por sus dotes como arquitectas. Las larvas de esta familia de Lepidópteros construyen su capullo con seda y todos los materiales que encuentren a su disposición, como trozos de corteza, hojas o liquen, para reforzarlo y protegerse de los depredadores hasta que desarrolle su forma adulta. Esto, en ocasiones, hace que nos encontremos construcciones de lo más curiosas, que casi parecen cabañas de madera en miniatura.

Los capullos de estas orugas, llamados sacos, pueden variar de entre menos de 1 cm a 15 cm de tamaño. No se quedan un un único sitio, sino que son móviles, desplazándose como tortugas en busca de comidas y nuevos materiales para reforzar la fortaleza. Poseen varias aberturas para que la larva en su interior se alimente, y finalmente eclosionen como adultos. Las hembras de estas polillas pasan la mayor parte de su vida dentro de los sacos, mientras que los machos desarrollan alas con las que volarán para reproducirse.

Estos «castillos ambulantes» son extraordinariamente resistentes, y cuando se adhieren a una superficie, como roca o madera, son muy difíciles de separar. Al estar construidos con materiales de alrededor, son también el camuflaje perfecto. El tamaño, forma y materiales de los sacos depende de la especie, lo que permite diferenciarlas.

El mundo animal es capaz de sorprendernos una y otra vez con sus estrategias de supervivencia. Si estas fortalezas no te parecen lo suficientemente remarcables, fíjate en lo que este invertebrado fue capaz de hacer para proteger su capullo. Esta valla circular, de proporciones casi perfectas, crea un cerco impenetrable para depredadores como hormigas, protegiendo el capullo en su interior (que, de hecho, tiene forma de tienda de campaña).

Esta construcción, de menos de 2 cm, fue encontrada por un investigador en el amazonas peruano, y no han podido descubrir de qué especie de insecto se trata. Una de las teorías que más gusta a su descubridor es que se trata de un nido de arañas, y cuando las arañitas eclosionen, treparán el gran poste central y saltarán al exterior.

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