Si estáis buscando algo fuera de lo normal, creativo e ingenioso, para pintar una habitación, este proyecto de DIY es lo que estabas buscando.
Germarie Bruwer compartió desde su blog, Homeology, cómo utilizar una jeringa para pintar una pared de forma diferente y con un resultado espectacular. «Es un proyecto muy simple, aunque conlleva un poco de planificación. Una vez que le cojáis el truco, veréis que es muy divertido«, cuenta Bruwer en su blog.
Básicamente el método consiste en utilizar esta herramienta médica como una herramienta de pintura, con el fin de crear una pared con goteos de pintura. Veamos cómo lo hizo:
Germarie recomienda que antes de llenar las jeringas del todo, vayamos calculando gradualmente la cantidad para hacernos una idea de la longitud de cada uno de los chorreones. Recuerda recubrir los zócalos para no mancharlos, así como parte del suelo más inmediato a la pared.
¿Qué os ha parecido? Esta técnica quedará genial en el cuarto de juegos de los niños e incluso en alguna de sus habitaciones. Si queréis conocer más detalles acerca de este sorprendente método, podéis hacerlo aquí.