En China la situación vuelve a la «nueva normalidad» poco a poco y tomando siempre las medidas de seguridad. En la escuela Yangzheng, en la provincia Zhejiang ubicada al este del país, quienes acaban de retomar las clases esta semana, los niños vuelven al cole con mascarillas para prevenir el contagio y usando sombreros diseñados y hechos a mano por ellos mismos.
Esta idea es una forma ingeniosa de asegurarse de que los pequeños guardan las distancias de seguridad requeridas de sus compañeros de clase, a la vez que se divierten. Las alas de los sombreros están inspiradas en antiguos diseños que usaban los emperadores de la dinastía Song hace cientos de años.
Un metro de coloridas y divertidas alas
Los sombreros pueden lucir como ellos quieran, el único requisito es que midan un metro, entonces los niños pueden colorearlos y decorarlos como deseen en casa con la ayuda de sus padres. Esta iniciativa accesible y muy divertida es ideal para que los más pequeños aprendan cómo ayudar a detener la propagación de COVID-19.
Con el uso de máscaras faciales y la práctica habitual de desinfección de manos, estos sombreros están enseñando a los escolares la importancia de mantener una correcta distancia con un enfoque mucho más amigable para ellos.
Esto no es todo, porque ingenio no les falta a los profesores del centro. Además de los sombreros, la escuela diseñó unos útiles marcadores de huella para mostrar a sus alumnos dónde pararse mientras hacen fila antes de entrar a la clase.
Estos nuevos gorros multiusos, además de proteger del virus enseñan sobre la historia china con sus largas extensiones laterales. Estas recuerdan a los llamativos tocados que solían usar los emperadores y funcionarios de la dinastía Song. Un imperio que gobernó el país durante más de 300 años.
¿Cuál era la razón antiguamente de esas largas viseras?
Hoy en día, aunque se siguen barajando las causas exactas, existe una leyenda muy conocida que explica que los sombreros tenían esa forma porque estaban destinados a evitar que los cortesanos susurraran o charlaran entre ellos. Sin embargo, también hay muchas representaciones de los emperadores de las canciones con el curioso casco.
Aunque no está clara su procedencia, de lo que sí podemos estar seguros es que el diseño de hace siglos ha servido de inspiración perfecta para que estos escolares, que acaban de salir de meses de confinamiento, puedan luchar contra el coronavirus.
