Muchas personas viven angustiadas por el número de kilogramos que marca su báscula. Pesándose una y otra vez sin saber que la salud y la forma física no entienden de cifras.
El peso corporal no solo depende de la grasa, y nuestra autoestima y nutrición no deben regirse por esta medida. Ni siquiera el indice de masa corporal es una unidad de medida exenta de polémica, ya que depende mucho del tipo de complexión física que tenga tu cuerpo.
A pesar de ello y por alguna extraña razón, la gran mayoría de las personas que hacen dieta o que se declaran preocupadas por su peso, confiesan pesarse cada 24 horas.
No parece importar que los médicos y nutricionistas nos adviertan de que las variaciones de peso en tan corto lapso de tiempo no son representativas de nuestra alimentación, dieta o esfuerzo, ellos esperan resultados inmediatos.
Cuando se trata de bajar de peso, la gente opta por fiarse de la báscula.
Este fenómeno crea una relación insana con nuestro peso, que puede hacernos perder la confianza y empujarnos a desarrollar trastornos alimenticios.
Para llamar la atención sobre este peligroso hábito, el escritor, científico y deportistas Ross Edgley, perdió 11,3 kilos en solo 24 horas.
El experimento se desarrolló con una estricta supervisión médica y tiene por objetivo demostrar que el peso corporal depende de muchos factores, y no solo de la grasa acumulada.
De hecho, la grasa es un tejido que tarda en generarse, acumularse, quemarse y eliminarse. Y que un día de dieta o exceso no tiene un impacto inmediato en los depósitos de grasa, sino en otra serie de factores, por lo que no tiene sentido andar pendiente de las variaciones de nuestra báscula en tan corto plazo.
Cómo perdió 11,3 kilos en solo 24 horas
Tal y como explicaba el mismo Ross al comenzar el experimento, entre el 50& y el 70% de nuestro cuerpo es agua, y ese iba a ser su primera línea de ataque. Un camino peligroso y con cierto riesgo.
“Entre el 50 y el 70% de nuestro peso es agua, así que, si mi peso está en torno a los 95 kilos, significa que 47,5 kilos de mi cuerpo están formados por agua. Dejar de tomar agua puede ser fatal, ya que es vital para el funcionamiento de nuestros órganos e, incluso, para mantener un volumen adecuado de sangre. Sin embargo, reduciré el nivel de agua en mi cuerpo con trajes de sauna, diuréticos y bebiendo la cantidad mínima de líquido. De está forma demostraré que se puede bajar drásticamente el peso, pero siempre poniendo en riesgo la salud“.
Efectivamente, muchas dietas milagro que prometen resultados significativos en muy pocos días, se basan en la toma de alimentos con propiedades «desintoxicantes», que no son más que diuréticos.
Sin embargo, los diuréticos no tienen el poder de limpiar de toxinas el organismo, eso lo hace el hígado, sino que aumentan la cantidad de agua que el cuerpo desecha a través de la orina. Si la cantidad es muy alta y no padecemos de retención de líquidos, corremos el riesgo de deshidratarnos, lo que conlleva ciertos problemas.
Ross comió alimentos proteicos (verdura y filetes) durante la prueba, evitando los carbohidratos y la sal, y solo 100 ml de agua en el día. A pesar de ello y con el uso de diuréticos naturales (solo vitamina C, raíz de diente de león y cafeína), fue al baño unas 20 veces. También acudió al gimnasio donde hizo ejercicio para sudar y también sauna.
Tras 24 horas, la báscula indicaba que había perdido 11,3 kilogramos, sin embargo en ese tiempo sufrió dolores de cabeza, mal humor, sensación desagradable y mal estar general.
En resumen
El resultado de la prueba indicó, que sin dieta pero con diuréticos se puede bajar drásticamente de peso poniendo en riesgo la salud. Por ello las variaciones diarias de la báscula no sirven para cuantificar nuestros procesos en corto plazo, pues es más probable que los cambios se deban al agua que a nuestra grasa acumulada.
De hecho, Ross recuperó todo el peso perdido en menso de 2 horas. Lo que también nos da pistas sobre lo que ocurre en los temibles efectos rebote.
No paramos de señalar que las dietas milagros, son un arma de doble filo que pone en riesgo nuestra salud. La única manera duradera que existe para bajar de peso es la adopción de hábitos de vida saludables que complementes ejercicio diario y una alimentación sana y variada.
Son muchos los ejemplos los que os hemos mostrado de dietas a largo plazo, todos ellos espectaculares y sostenibles en el tiempo. Por ello, a la hora de ponerse en forma, lo mejor seguir las recomendaciones de los nutricionistas y pensar a largo plazo.
En cualquier caso y como puedes comprobar, angustiarse por lo que dicte la báscula carece de sentido.
Fuente: dailymail.com y nectarbienestarysalud.es
