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Aprende a hacer un terrario para decorar tu mesa de trabajo y relajarte a la vez

A menudo pensamos en un terrario como una pequeña estructura de cristal para alojar a una mascota. En ellos podemos meter una amplia variedad de animales, y algunos no podrán vivir sin un terrario.

A pesar de que es el primer uso en el que todos pensamos cuando oímos la palabra, un terrario también puede tener un carácter meramente decorativo. Estamos acostumbrados a verlos llenos de vegetación y vida, o recreando un espacio desértico para hacer a nuestra mascota sentirse en casa.

Muchos de nosotros encontramos estos hábitats curiosos o relajantes de por sí, así que ¿por qué no hacer un terrario cuya función principal sea la estética?

Nosotros lo hemos pensado, y en esta ocasión hemos elegido una tranquila y paradisiaca playa.

En La voz del muro vamos a enseñaros cómo hacerlo, y os aseguramos que el proceso es casi tan relajante como el resultado. 

Materiales necesarios.

Materiales

Herramientas.

¿Cómo construirlo?

Paso 1: La base.

Es importante que escojamos con cuidado nuestro recipiente de cristal, dado que el terrario será tan grande como el recipiente que escojamos. Cuando tengamos claro como de grande queremos que sea el terrario, y la forma que queremos que tenga, es hora de hacer la base.

Para ello colocaremos arena en el recipiente, y una vez haya cubierto todo el fondo taparemos la base de arena con un disco de arcilla de modelado. Este disco nos dará una base estable sobre la que colocar el resto de los elementos, pero para mantener el aspecto de playa vamos a cubrirlo con arena de nuevo, similar a la que hemos usado para la base.

No necesitaremos mucha esta vez, tan solo suficiente para ocultar la arcilla.

La capa de arena actuará de base

Paso 2: El agua.

Para hacer el agua necesitaremos coger primero el papel celofán. Esta será la base para poner el pegamento termofusible, y usaremos la pistola para vertir el pegamento sobre el, usándolo para dar forma a las «olas». 

Una vez el pegamento se solidifique y hayamos conseguido darle la forma adecuada para simular las olas del mar, necesitaremos darle color. Para este paso usaremos los tres esmaltes, tratando de imitar el agua de mar y el vaivén de las olas lo máximo posible.

Así queda el resultado final una vez aplicado el esmalte al pegamento.

Paso 3: Los detalles.

Aquí es donde más libertad tendremos, y se trata de un paso muchísimo más abierto que los anteriores. Podemos emplear el papel de construcción para recortar cuadrados y simular toallas y sombrillas, o buscar figuritas pequeñas para representar a los visitantes de nuestra playa, pero las posibilidades son infinitas.

Aquí también podremos emplear nuestras rocas para hacer una playa más escarpada, incluso añadir vegetación, o simplemente dejar nuestra playa vacía y simple. Todo ello va al gusto de su creador.

¿Cómo la dejarías tú?

La decoración depende totalmente de nuestra imaginación

La decoración depende totalmente de nuestra imaginación

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