Hace tiempo poseer un coche era algo mucho menos común que hoy en día, y desde la invención del automóvil hemos tenido muchísimos cambios sociales e industriales que tienen que ver con este imprescindible invento.
En el día de hoy, casi todo el mundo dispone de un automóvil y lejos quedan los tiempos en los que un coche podía ser considerado casi un artículo de lujo. La compraventa de coches de segunda mano ha hecho que cualquiera pueda permitirse un vehículo ajustado a sus necesidades, independientemente del presupuesto al que nos tengamos que adaptar.
Por otro lado, las plataformas virtuales y el boom de los negocios online hacen que ya no tengamos que hacer la selección de nuestro vehículo en persona. En los tiempos que corren es sencillo filtrar millones de vehículos online para encontrar los que se adaptan a nuestras necesidades específicas, lo que hace que sea más fácil conseguir un coche con el que vayamos a estar satisfechos.
Para asegurarnos de que estamos realizando una buena compra, es bueno tener en cuenta algunos factores que nos permitirán decidir mejor a la hora de adquirir un coche de segunda mano.
Los kilómetros son la verdadera marca de la vejez de un coche, y aunque no son el único predictor del estado del coche, nos permitirán saber cuanto uso ha recibido. Se trata de un indicador objetivo de el desgaste que haya podido tener el vehículo que pensamos comprar.
Si queremos tener una buena referencia para nuestras compras de segunda mano, hemos de saber que una cifra normal ronda los 200.000 kilómetros. Si el kilometraje se desvía mucho de esta cifra, sería bueno tener especial cuidado y aprender más sobre el vehículo en cuestión.
Aunque el coche esté reparado adecuadamente, cualquier golpe o accidente que haya podido sufrir deja una marca en su rendimiento y en las características del vehículo. Por ello es importante conocer su historial y tenerlo en cuenta.
También hemos de tener en cuenta la magnitud de estos accidentes. Un pequeño roce o toque puede que no sea relevante, pero un accidente en toda regla tiene repercusiones muy claras en las piezas del vehículo y puede ayudarnos a predecir futuros problemas.
El interior del vehículo es un espejo de todo lo demás. No solo es importante conocer su estado para saber si los asientos son cómodos, o si nos gusta estéticamente.
El interior de un vehículo puede indicarnos el nivel de cuidados que su anterior dueño ha tenido con el coche, y muchas veces un interior desgastado y mal mantenido puede ser una señal de que ha habido un nivel de abandono similar en el resto del vehículo. Si encontramos un interior seriamente dañado, hemos de desconfiar.
Como hemos indicado anteriormente, existen webs dónde facilitan la relación cliente/vendedor, es decir, funcionan a modo de nexo entre las partes. Por ejemplo, en la web Paycar puedes comprar tu coche de segunda mano directamente a través de su plataforma, sin moverte de casa.
Una vez hemos encontrado un vehículo en el que estamos interesados, estas páginas se encargan de todo: Para empezar de validar los datos de ambas partes, comprador y vendedor. De esta forma nos ahorramos un tiempo precioso, pero también de verifican el estado del vehículo y simplifica el cálculo de cualquier pago que sea necesario en la transacción.
De esta manera podemos olvidarnos del papeleo y de cualquier tipo trámites que haya que realizar, para preocuparnos tan solo por el coche que queremos.