Twitter ha sido la plataforma de lanzamiento a la fama de un perro pastor que vive y trabaja cerca de Navacerrada, en la sierra de Madrid.
Fue gracias a un hilo publicado por Manuel Delgado, un joven que se encontró con este mastín mientras hacía una ruta en bici. La historia no tiene desperdicio, y es que bien podría ser el guión de una película sobre cómo uno nunca debe renunciar a sus sueños, con un protagonista carismático que nos demuestra que siempre tenemos que sacar a flote nuestra verdadera vocación.
Este es Tizón. Es un mastín. Nuestras vidas se cruzaron el domingo pasado, mientras iba con la bici cerca de Navacerrada, Madrid.
Os cuento. pic.twitter.com/OHh4uUOskG
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Cuando Manuel hacía su ruta, se encontró con una pareja junto a un perro tumbado que no se movía y gemía. «Les pregunté si todo iba bien y me dijeron que el perro iba andando hacia ellos y, de pronto, se había desplomado». El animal estaba limpio, tenía un collar con su nombre, Tizón, y un número de contacto al que llamaron sin éxito.
Ante semejante situación, Delgado decidió llamar a emergencias y ellos les pasaron con la policía local, momento en el que todo empezó a parecer de película.
En el centro de llamadas del 112 se centraron en ubicarnos bien. Después, me pasaron con la policía local de Navacerrada.
Tras unos segundos de espera, contesta un policía. Lo primero que me pregunta: «¿Es un mastín negro?»
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
La policía parecía conocer el caso y, ante la contestación afirmativa de Manuel, esta fue su respuesta: «Ah, bueno, pues a ese perro no le pasa nada. Ese es el perro pastor de ahí, de la Barranca. Verá que hay unas ovejas por ahí cerca. Él es quien las cuida. Tiene permiso para estar suelto».
Cuando Manuel le explicó al agente que el problema era que el perro no se movía, este comenzó entonces a explicarle qué era lo que le pasaba en realidad a Tizón. «Ese perro está fingiendo. Nos llama alguien casi a diario con la misma historia. Resulta que el perro tiene la costumbre de hacerse el muerto cuando se acerca algún paseante, para que le hagan caricias y le den comida».
Atónito, Manuel observaba al perro, que seguía a sus pies lamentándose mientras el policía le decía lo que tenía que hacer. «Ya verá usted cómo, si se aleja, el perro se levanta y se va tan campante. Pueden dejarlo ahí, que no le pasa nada». Y así lo hizo. Manuel se alejó y comprobó cómo el mejor perro actor seguía con su vida como si nada.
Tizón es el mejor actor que he visto en mucho tiempo. Debía de pesar unos 70 kilos y tenía una mandíbula y un cuello con los que te puede arrancar un brazo casi sin hacer fuerza.
Pero Tizón no quiere tu brazo: quiere tu bocata. Y tus caricias.
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018
Tizón es el Billy Elliot de la sierra de Madrid: le dijeron que debía ser pastor, pero él quiere ser actor.
Eres un cabroncete achuchable, Tizón. pic.twitter.com/0FP9h2ckTX
— Manuel Delgado (@manueldelgado) 4 de enero de 2018