Conoce el origen de las supersticiones más populares

Publicado 12 noviembre, 2016 por Alberto Díaz - Pinto
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La mala suerte, el gafe, el mal de ojo o el mal augurio. Supersticiones que anidan en la mente de muchos de nosotros ante determinadas circunstancias y que, sin querer, nos generan inquietud en mayor o en menor medida.

Hace tiempo vimos algunas de las supersticiones y creencias más extrañas alrededor del mundo, pero hoy nos gustaría centrarnos en las que todos conocemos.

Las hemos oídos miles de veces: abrir un paraguas dentro de casa, romper un espejo o pasar bajo una escalera pero, ¿cuál es su origen? A continuación te desvelamos esta incógnita. No te lo pierdas.

Abrir el paraguas bajo techo

Flickr / Jimmy Snell

Flickr / Jimmy Snell

Los orígenes de esta superstición son bastante recientes. El paraguas adquirió su popularidad a lo largo de los siglos XIX y XX. Al principio, mucha gente lo abría antes de salir de sus casas, e incluso entraba con el paraguas abierto. Esto provocó muchos accidentes caseros, como ojos heridos y otras lesiones. Por eso, rápidamente surgió la idea de que abrir paraguas en el interior de las casas traía mala suerte.

Caminar debajo de una escalera

Flickr / gosheshe

Flickr / gosheshe

El origen de esta creencia se remota al antiguo Egipto. En su cultura, los triángulos tenían un simbolismo mágico y propiedades supuestamente sobrenaturales. En este sentido, la forma del triángulo formado después de colocar una escalera contra una pared, supuestamente formaba un área que separara el mundo de los vivos y los muertos, por lo que pasar a través de este triángulo debía ser evitado. Los restos de esta creencia persistieron a lo largo de la historia, llegando a generalizarse como un signo de «mala suerte», en lugar de «ladrona de almas».

Romper un espejo

Flickr / Becky Hood

Flickr / Becky Hood

Esta creencia debemos agradecérsela a los antiguos griegos, que decían que romper un espejo podía traer siete años de mala suerte. Como Narciso, muchos griegos eran propensos a mirar sus reflejos en el agua, y con el tiempo desarrollaron la superstición de que las distorsiones en el agua al mirarse eran, simbólicamente, las distorsiones del alma. Como los espejos se empezaron a utilizar ampliamente, esta superstición evolucionó y eventualmente llegó a ser asociada con el número siete, que tiene un significado numerológico en el judaísmo y el cristianismo.

Cruzarse con un gato negro

Flickr / Rody09

Flickr / Rody09

Esta creencia también se remonta al antiguo Egipto, donde los gatos eran considerados como la reencarnación de los propios dioses. Lo interesante de esta superstición del gato negro es que representa distintas cosas en diferentes lugares. En EE. UU. y en España, cruzarse con un gato negro significa mala suerte, mientras que en Inglaterra son sinónimo de fortuna.

El número 13

Flickr / Nick Watts

Flickr / Nick Watts

En la mitología nórdica hubo una cena en el Valhalla a la que fueron invitados 12 dioses. El dios 13, Loki, no fue invitado porque era un tramposo que causaría problemas a los demás. Sin embargo, Loki no estaba demasiado contento por ser rechazado e ideó una treta para «matar» al dios Blader, cuya muerte desencadenó una serie de acontecimientos por los que casi todos los dioses terminaron muriendo. Desde entonces, el número 13 no ha dejado de ser asociado con problemas.

Decir «Dios te bendiga» o «Jesús» cuando alguien estornuda

Esto tiene su origen en la Edad Media y se asocia con la peste negra que asoló Europa. La gente pensaba que un estornudo era una señal de que el alma intentaba escapar del cuerpo, y si se estornudaba a menudo era sinónimo de una enfermedad mucho más grave. Al ofrecer la bendición cuando alguien estornudaba, pedías a Dios que dejase el alma dentro del cuerpo por más tiempo.

Cruzar los dedos

Flickr / Kileen Cody

Flickr / Kileen Cody

Existen dos teorías al respecto. La primera tiene su origen en los tiempos en que los cristianos eran perseguidos, ya que se usaba como método de reconocimiento entre ellos. La otra puede tener su origen en la creencia de las brujas: cruzar los dedos era una manera de hacer un juramento al diablo sin tener que renunciar al alma.

Ser «bombardeado» por un pájaro

Un signo de buena suerte, aunque a ninguno nos hace gracia, pues existen poca probabilidades de que esto pase, del mismo modo que encontrar un trébol de cuatro hojas. Son posibilidades tan bajas que, si suceden, se considera a la persona muy afortunada.

Curiosamente esta superstición podemos encontrarla en un montón de culturas alrededor del mundo, por lo que los historiadores no son capaces de determinar cuándo empezó exactamente.

La mala suerte del tercer cigarrillo encendido con la misma cerilla

Flickr / Jeff Turner

Flickr / Jeff Turner

Se cuenta que esta superstición nació en las trincheras de la I Guerra Mundial, donde encender tres cigarros con la misma cerilla traía muy mala suerte.

Todo surgió porque, al parecer, cuando los soldados fumaban por la noche, la intensa llama inicial de la cerilla delataba su posición fácilmente. Entonces, el tirador enemigo se percataba y cargaba el fusil. Al encender con la misma cerilla el segundo cigarrillo, el enemigo apuntaba y, cuando le llegaba el turno al tercero, disparaba.

Otras fuentes, en cambio, afirman que no proviene de la I Guerra Mundial, sino que fue inventada una década después por un magnate sueco de la industria del fósforo, en un intento por lograr que la gente usara más cerillas. De este modo, los supersticiosos encenderían, como mucho, solo dos cigarros con la misma cerilla.

Vía: boredomtherapy, traducción y adaptación por La Voz del Muro.

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