La mujer se quejó del mal trato pero el dueño del lugar respondió que no tenía por qué aguantar el mal comportamiento de los niños.
Salir a comer no siempre es tan sencillo como parece, en especial cuando se tienen niños. Por lo general, a los pequeños no les gusta estar sentados tanto tiempo esperando que llegue su comida a la mesa. Y muchos se distraen incluso cuando ya tienen su platillo al frente pues quieren explorar el lugar o hacer otras cosas.
Por supuesto, eso no está mal; sin embargo, algunos padres no siempre están atentos a lo que hacen sus hijos y los dejan andar por todo el restaurante arriesgándose a ellos mismos y otras personas a sufrir un accidente. Ante esto, los encargados del lugar tienen que tomar medidas que no a todos les agradan pero que consideran necesarias para asegurar el bienestar tanto de los trabajadores como los comensales.
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En España ocurrió un caso de este tipo y una madre no estuvo nada contenta con la resolución del dueño del restaurante. La mujer identificada como Paloma decidió llevar a comer a 5 niños con la esperanza de pasar un agradable rato en familia y degustar un delicioso platillo. Sin embargo, al final no salió como esperaban pues fueron echados del local debido al mal comportamiento de los infantes.
La historia se dio a conocer en Twitter a través de la cuenta @soycamarero. La madre decidió dejar una mala reseña del restaurante en internet donde contó su versión de los hechos para que todos vieran la «poca paciencia» del restaurante. Dijo que recibió un mal trato pues los corrieron del lugar luego de que uno de sus hijos causara un pequeñísimo desperfecto; según ella, no era motivo suficiente para echarlos.
Twitter @soycamarero
«Lugar NO APTO PARA NIÑOS. Hemos ido a merendar con cinco niños y les hemos pedido a cada uno su consumición. Al terminar se han puesto a jugar en el exterior, en un momento concreto un niño ha rozado la pared con el pie y como les ha molestado, nos han invitado a irnos.» comenzó diciendo.
Luego expresó que la llamaron «mala madre» y le sugirieron el uso de un bozal en sus hijos. Por su parte, Paloma le sugirió al restaurante que colocaran un cartel para indicar la prohibición de niños en el establecimiento y así evitar futuros desagrados.
«No queremos que los niños estén todo el día con móviles y tabletas, pero con este tipo de sociedad en que nos estamos convirtiendo donde las risas de los juegos de unos niños son molestas, veo que no nos quedan muchas más opciones. Lamentable» concluyó la mujer.
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Por supuesto, el local de comida no tardó en dar a conocer su versión.
Ubicado en Granada, Forum Sweet Pastelería Cafetería emitió un comunicado donde explicaba que los niños habían estado pateando y dañando las paredes del lugar entre otros malos comportamientos.
«Los niños pueden jugar y gritar todo lo que quieran, que para eso son niños, faltaría más, pero cuando los niños le pegan reiteradas patadas a la pared hasta ponerla negra. Cuando tiran una pizarra contra un cristal y se cuelgan de un poyete de madera estando a punto de romper ambos, lo más lógico y normal es que, como propietario del establecimiento, les pida que controlen a los niños» dijo contundente el encargado.
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Luego se defendió mencionando que no debe soportar daños al inmueble ni otras faltas de respeto solo porque los clientes le «dan» dinero. Es decir, pagan por un servicio y alimento, no para estropear las cosas a su gusto.
