La pizza es uno de los alimentos más completos que tenemos. De hecho, mientras que a muchos nos da igual comerla incluso por la mañana, otros no pueden ni tan siquiera pensarlo.
Pero con la receta de hoy, si eres de esos que jamás desayunarían pizza, estoy seguro de que tu concepción va a cambiar cuando veas el resultado.
Además, seguro que tienes todos los ingredientes en casa, por lo que no te dará pereza ponerte manos a la obra.
Los ingredientes que vais a necesitar son: 5 rebanadas de pan de molde, 5 cucharadas de mantequilla, salsa de tomate, 1 huevo, mozzarella (o tu queso favorito rallado), lechugas variadas y jamón serrano
Retira dos de los bordes del pan paralelamente. Si te sientes muy seguro, pon las 5 rebanadas juntas para cortarlas todas al mismo tiempo
Reserva los bordes y corta nuevamente las rebanadas como se muestra a continuación
Con esto conseguiremos los pedazos de nuestra «pizza». Ahora corta el borde más corto de cada trozo
Ahora dispón todas las rebanadas en forma de flor sobre una bandeja para el horno, no engrasada
Con el dorso de una cuchara, aplasta los lugares donde las rebanadas se encuentran, sellándolas para unirlas en una sola pieza
Ahora extiende mantequilla por cada rebanada de pan y luego mete la bandeja en el horno, previamente horneado a 220º. Cuando esté dorado, extiende uniformemente una taza de salsa de tomate
Cuando lo tengas, rompe un huevo y échalo en el centro del molinete
Después, añade media taza de queso rallado o mozzarella uniformemente
Ahora vuelve a meter la bandeja en el horno a 220º durante 10 minutos, aunque aconsejo que le eches un ojo para evitar que se queme el pan
Cuando esté listo, saca la bandeja del horno y añade las lechugas y unas cuantas lonchas de jamón serrano
¡Y listo! Por fin ha llegado el momento de probar tu propia versión de pizza en el desayuno, eso sí, mientras todavía está caliente. ¡Buen provecho!