Cada día se produce algún descubrimiento arqueológico en nuestro planeta de mayor o menor importancia. La historia de la humanidad es amplia y actualmente se encuentra llena de vacíos, huecos y misterios aún por desvelar. Estos misterios incluyen la ubicación de ciertas ciudades y asentamientos antiguos.
Lejos de historias con más parte de fantasía que realidad, como pudieran ser la Atlántida o El Dorado, existen innumerables poblaciones de las que sí se tiene prueba y total certeza de su existencia, pero que por diversos factores aun no se ha descubierto su emplazamiento exacto.
La historia que os vamos a contar a continuación pertenece a estas últimas, la ciudad de Derinkuyu, excavada en la tierra, oculta a los ojos de la humanidad durante miles de años, y de su fortuito descubrimiento por un hombre normal y corriente.
La historia comienza en 1963, cuando un hombre en la provincia de Nevsehir, en Turquía se disponía a derribar unos muros de su casa para llevar a cabo unas reformas. Detrás de aquella pared descubrió una especie de habitación oculta con un pasillo. Este pasillo llevaba directamente a otras salas conectadas con más túneles. Enseguida este se dio cuenta de la importancia de lo que había descubierto: una ciudad subterránea.
Los túneles fueron construidos en torno a los siglos XII y XV A.C. Esta en particular es Derinkuyu, y pertenece a las llamadas ciudades subterráneas de Capadocia. Estos túneles tenían varios usos, entre los que se encontraban el servir de refugio para sus habitantes.
En las pequeñas habitaciones que se distribuyen a lo largo y ancho de estas ciudades los habitantes guardaban sus víveres y pertenencias. Se utilizaban cuando las condiciones meteorológicas en la superficie eran especialmente desfavorables. También servían como escondite y fortaleza para escapar de los ataques enemigos.
Derinkuyu es la ciudad de mayor profundidad de toda la región encontrada hasta la fecha. Llega hasta los 85 metros, divididos a lo largo de 11 plantas. Se cree que aquí podían vivir entre 3.000 y 5.000 personas.
Estas cuevas son un predecesor de las casas modernas. Estaban equipadas con muchas comodidades de las que disfrutamos hoy en día tales como «sofás» tallados directamente en la piedra. Además disponían de multitud de pozos con agua potable, y lo que parece ser una escuela o una iglesia. Los diferentes pisos estaban separados por escaleras también esculpidas en la piedra. Tan solo hay que echar un vistazo a las fotografías para hacerse un idea de lo impresionante que tuvo que ser esta ciudad subterránea en su época.
La ciudad dispone de unas 600 puertas escondidas entre diversos patios que dan acceso al exterior. Actualmente, y desde 1970 se puede acceder al recinto en calidad de turista. Lamentablemente solo se puede visitar algo menos de la mitad de la ciudad, principalmente por motivos de mantenimiento y seguridad.
Existen diversas teorías sobre quiénes fueron los constructores de esta ciudad, la más aceptada es la de que fue obra de los arquitectos frisios, ya que se han encontrado objetos de esta cultura datados de los siglos V y VIII A.C por sus pasillos. Otra teoría menos aceptada es la de que en realidad fue cosa de los persas.
Los arqueólogos creen que las ciudades excavadas en roca en esta región pueden contarse por cientos, pero hasta la fecha solo han sido descubiertas seis. A todo este tipo de construcciones se las conoce cómo Las ciudades enterradas de Capadocia, por encontrarse todas situadas en la región de Capadocia, cerca del Valle de las rosas.
Derinkuyu no es la ciudad más grande encontrada, ni la más antigua, pero si es la más profunda, motivo por el cual fascina a los estudiosos. Además el hecho de haber sido descubierta hace relativamente poco tiempo la dota de un extra de misterio.
Cómo hemos dicho antes no se sabe a ciencia cierta qué civilización fue la que construyó tales ciudades. Además, han sido ocupadas por diversas culturas a lo largo de la historia. Esto y que las ciudades hayan sido excavadas en la piedra, también hace muy difícil la datación de su antigüedad.
Actualmente Derinkuyu no ha sido excavada por completo. Se cree que puede llegar a tener 7 pisos más, lo que haría un total de 18 plantas. Cada nivel estaba custodiado por unas grandes puertas rodantes de piedra. Todo estaba diseñado para que cada piso pudiese ser sellado individualmente en caso de ataque.
Una ciudad sorprendente con una historia sorprendente. Así que no os extrañéis si algún día, mientras estáis haciendo obras para ampliar vuestra vivienda se de la casualidad de que descubráis unas antiguas ruinas íberas o mayas, dependiendo de vuestro lugar de residencia.
Fuente: Sometimes interesting, Diply, artículo traducido y adaptado por Lavozdelmuro.net
