Los dinosaurios siempre han sido criaturas fascinantes para los humanos, su extinción hace sesenta y seis millones de años marcó un antes y después en la historia. Aunque no todos se extinguieron, una gran parte de las especies que conocemos por medio de los libros de historia quedarán como exhibiciones de miles de museos alrededor del mundo.
Los pocos no desaparecieron se convirtieron en algunas aves que conocemos hoy en día, pero nada se compara con el tamaño y majestuosidad que en aquel entonces poseían.
Los científicos e investigadores han tratado por años encontrar una manera de replicar de alguna manera el ADN de los dinosaurios y lo han intentado por medio de mapeos continuos y cuidadosos de los cambios anatómicos entre las aves y dinosaurios.
Tomando en cuenta la relación entre ambas especies, un equipo de investigadores cultivó «patas de dinosaurio» en embriones de pollo, de acuerdo a un artículo publicado en la revista Evolution.
Revista Evolution
En 2015, un estudio mostró que los pollos modificados durante el desarrollo embrionario podían desarrollar un hocico similar al de un dinosaurio.
Muchas veces se ha buscado cultivar patas parecidas a las de los dinosaurios, interesados en ver cómo crecer los huesos de las piernas. Especies como las Deinonychus, Tyrannosaurus, Velociraptor y Archaeopteryx son los antepasados de algunas de las aves modernas.
Se muestra un embrión de pollo (no relacionado con la investigación). Graeme Campbell/Wikmedia
Uno de los ejemplos más famosos de esta transición es entre la coelurosauria más antigua y los pájaros de la actualidad ; el hueso en forma de tubo llamado peroné que llegaba hasta el tobillo, ahora ya no es tan largo y a medida que crecen se astilla más.
Miembros de la Universidad de Chile investigaron la genética del pollo en sí y lo hicieron al inhibir la actividad o «expresión» de un gen (IHH), ellos notaron que las largas peronés parecidas a los dinosaurios continuaban creciendo.
Joao Francisco Botelho et al. Universidad de Chile
El descubrimientos significa que las fíbulas de los pollos modernos tienen prohibido crecer por su genética y los autores encargados del artículo señalaron que es por un hueso del tobillo llamado calcáneo. En pocas palabras, sí el calcáneo se desarrolla el peroné más cercano dejará de crecer.
Cuando la IHH se inactivó, otro gen relacionado con el crecimiento óseo llamado PthrP mostró una actividad más potente. Esto causó que los peroné crecieran y se unieran a los tobillos, recordando mucho a la anatomía esquelética del Archaeopteryx.
No obstante, estos pollos parecidos a los dinosaurios no pudieron eclosionar porque no se les permitió. Lamentablemente el momento en que pequeños pollos con ADN de dinosaurios tengan que esperar.
