Descubre por qué NO tenemos que reírnos de todos los videos graciosos de mascotas

Publicado 30 junio, 2016 por admin
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Todos hemos visto alguna vez vídeos de animales en Internet la mar de graciosos. Pues resulta que no siempre son tan graciosos, y muchas veces no nos damos cuenta de ello.

Nuestras mascotas vestidas de Papá Noel o de vaquero. Gatos subidos en cochecitos de bebé o perritos metidos en grandes zapatos. Todo eso puede resultar tierno o divertido ¿verdad?

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Pero cuando vemos a un animal que intenta repetidamente ponerse en pie sin conseguirlo es que algo le pasa. O cuando nuestra mascota se da con la cabeza en la pared, o cuando se arrastra por el suelo.

No siempre tiene por qué ocurrir algo malo, pero no está de más empezar a pensar que todo eso puede ser síntoma de que algo no va bien. Quizá los reflejos no funcionan, quizá se debe a estrés, pero puede que estés divirtiéndote ante una enfermedad grave, como en el siguiente caso, en el que el perro parece que baila:

No hace falta ponerse paranoico y ver problemas de salud en cualquier mínimo gesto. Está bien que te diviertas con tu mascota, pero estar atento y ser consciente son algunas de las responsabilidades de todo el que tenga un animal a su cargo.

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Otro tipo de vídeos muy aplaudidos en la Red es cuando los perros arrastran su trasero por todo el suelo. No nos gustaría que lo hiciera por la alfombra, ¿verdad? Pero qué gracioso es si lo hace por la acera de la calle.

No, no es gracioso. Es posible que tu perro sienta picor o molestias y si tú las sintieses del mismo modo, seguro que irías al médico. Es muy incómodo y se necesita la ayuda de expertos. Si ves así a tu perro, llévalo al veterinario en vez de reír. Tu mascota va a estar mucho más feliz.

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Lo mismo pasa con vídeos en los que vemos a los animales comiendo. Alimentos que para nosotros son normales y sabrosos y que para ellos son tóxicos, como el chocolate, por ejemplo, o el ajo y la cebolla, que contienen sulfóxidos y disulfuros y afectan a perros, gatos y caballos dañando sus glóbulos rojos. No sucumbas a los ojos de tu perro mirando una pizza con ajo o una hamburguesa con cebolla, no es bueno para él.

La próxima vez que veas un vídeo así, recuerda que no todos los comportamientos «humanos» significan lo mismo cuando los hacen otros animales.

Artículo basado en: SciShow

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