El impacto psicológico de perder el trabajo y consejos para afrontarlo

Publicado 2 abril, 2020 por Vanessa P.
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Las economías de los países de todo el mundo, entre ellos España, están viéndose notablemente afectadas por la crisis del Coronavirus. Millones de personas han sido o están siendo despedidas de sus trabajos debido al cese de la actividad de sus empresas. Según los expertos, esto será una pandemia mundial de desempleo, y se creará una crisis dentro de una crisis.

Además, los trabajadores no solo se vieron sin trabajo, sino que perdieron sus puestos de una manera tan repentina que nadie se lo esperaba, y muchas familias no tienen apenas ahorros como para seguir de este modo durante mucho más tiempo. Afortunadamente, muchas personas recibieron alguna forma de pago a modo de terminación, están en el paro o reciben una parte de su sueldo todavía. Eso tienen, si quiere servirles de consuelo.

Esto supone un desafío financiero para muchos, y no solo eso, sino también un desafío psicológico. El trabajo supone una parte importante de la vida de cualquier adulto. Una vez lo pierdes, ¿Cómo se manejan todos esos sentimientos y pensamientos negativos que aparecen?

Consecuencias psicológicas de perder el trabajo: Más allá del dinero

Perder un trabajo puede puede ser emocionalmente devastador, si bien este sentimiento se está atenuando actualmente, ya que no ir al trabajo causa también alivio, al no estar expuesto diariamente al Coronavirus. La situación es una montaña rusa emocional de estrés y miedo, tanto a perder el salario que permite mantener a la familia, como a contagiarse de un virus que está considerado como pandemia por la OMS. A esto hay que sumarle el factor incertidumbre. No sabemos cuánto durará esto ni cómo de graves serán las consecuencias que vengan después.

Según informó el psicólogo Adam Benson a BBC, la forma en la que lidiamos con el estrés se está intensificando por estas circunstancias. Mientras que algunas personas intentan mantener todo bajo control, otras buscan otras maneras de enfrentarse esta situación, la cual no podemos controlar.

Perder un trabajo puede equivaler a perder a un ser querido. La trayectoria emocional incluye cualquiera de las etapas del duelo, que van desde la conmoción y la negación, pasando por la ira y la negociación, hasta llegar a la aceptación y la esperanza. Al fin y al cabo, tanto perder un puesto de trabajo como perder a un ser querido son situaciones que demandan saber afrontar una pérdida de algo importante para nosotros.

Consejos para afrontarlo y buscar soluciones

Necesitamos tiempo para procesar las emociones relacionadas con la pérdida de trabajo, y con la pérdida. Al principio, las personas están enfadadas y molestas con sus empleadores, porque piensan que les han reemplazado, o que nunca fueron una parte importante del equipo.

En esta situación excepcional, los trabajadores que pierden sus puestos culpan al Coronavirus más que a sí mismos. En cambio, entra también en juego la incertidumbre sobre cómo está cambiando la fuerza laboral. Existe el miedo a medio-largo a que las organizaciones se percaten de que no necesitan a tanta gente, y decidan prescindir de muchos empleados.

Según Adam Benson, lo recomendable en la situación actual es reconocer qué se puede controlar y qué no, y centrarse en lo primero. Hay que identificar los problemas inmediatos y solucionarlos para poder sobrevivir a este momento crítico. A corto plazo las cosas serán difíciles, y habrá que reducir el gasto familiar, además de realizar otros cambios. Cuando todo regrese a la normalidad, las personas volverán a sus puestos.

Debemos ver la situación que estamos viviendo desde una perspectiva optimista para mantener a raya la ansiedad. Mantenerse informado sobre los recursos que se encuentran disponibles para las personas que están pasando por momentos de necesidad también ayuda a mantener la calma. Además, se están tomando medidas para paliar los efectos negativos de esta situación.

Medidas que está llevando a cabo España para paliar los efectos negativos del Estado de Alerta

  • Según informa El Economista, se han paralizado los servicios no esenciales y los trabajadores obtendrán un permiso para quedarse en sus hogares desde el 31 de marzo hasta el 9 de abril. Las empresas y los trabajadores tendrán que negociar y pactar cómo recuperar las horas prestadas antes de que acabe el año. Esta no es una medida que afecte a personas que teletrabajan.
  • Abogacía informa de que el Gobierno ha aprobado una moratoria de un mes en el pago de las hipotecas para trabajadores y autónomos que se hayan quedado sin trabajo o hayan visto reducidos sus ingresos por el Coronavirus.
  • Se ha impuesto una prohibición para evitar que se corten los suministros básicos (agua, luz y gas) a los colectivos más vulnerables.
  • El Gobierno impulsa el teletrabajo y permite que los trabajadores reduzcan y adapten su  jornada laboral en caso de tener que cuidar de otras personas.
  • Se exime del pago de cotizaciones a las empresas que realicen ERTEs, los cuales serán considerados por fuerza mayor. Los trabajadores afectados tendrán derecho a cobrar paro aunque no cumplan con el período mínimo de cotización. No se considerará consumido el periodo que dure la percepción de esta prestación. Así, priorizan la suspensión de contratos y la reducción de jornada frente al despido.
  • Los autónomos cobrarán una prestación en caso de dificultad económica debida al Coronavirus. En caso de haberse suspendido su actividad o haberse reducido su facturación en al menos un 75&, tendrán derecho a la prestación extraordinaria por cese de actividad, durante un mes, salvo que se prolongue la cuarentena durante un mes más. El tiempo durante el que se esté cobrando esta prestación se entenderá como cotizado.
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