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Después de divorciase y perder el trabajo, decide emprender un viaje en moto hasta el fin del mundo

Todos hemos soñado alguna vez con recorrer un país por carretera; visitando lugares increíbles y conociendo gente interesante. Sin embargo, es difícil abandonar las obligaciones y entregarse a un sueño así.

Después de divorciarse y perder el trabajo, un usuario de Reddit Pics con el apodo Caliform, decidió aprovechar su mala racha y hacer su sueño realidad, recorrer la carretera en dirección norte hasta llegar al fin del mundo.

Acompaña a Caliform y su amigo, a través de 71 fotografías y más de 17.000 kilómetros en motocicleta hasta el fin de la última carretera de Alaska.

Este fue nuestro destino final, la región más septentrional del Ártico de Alaska. Hasta alcanzar la meta tuvimos que recorre más de 8000 kilómetros de travesía en un viaje inolvidable. ¿Queréis saber cómo llegamos hasta aquí? Tomad nota.

Salimos de San Francisco con las motocicletas bien cargadas de provisiones.

La primera noche acampamos con unos amigos en la costa de California.

Y rapidamente llegamos al estado de Oregón.

Elegir las rutas menos transitadas tiene ventajas, ya que puedes disfrutar de los paisajes más hermosos como el Crater Lake.

Es un paisaje alucinante.

También escalamos Smith Rock que ofrece unas vistas extraordinarias. Como puedes ver, Oregón ofrece mucho más que montañas cubiertas de nieve y pinos.

Nuestra siguiente parada fue Portland.

Donde gastamos todo nuestro presupuesto diario en gasolina y comida para continuar el viaje. Gracias a nuestros amigos de Portland que nos permitieron dormir en su casa esa noche.

Durante el viaje atravesamos muy pocas ciudades, ya que preferimos estar cerca de la naturaleza.

Tuvimos la oportunidad de bajar de la moto y compartir experiencias con otros motoristas durante nuestra travesía en barco hacia Washington.

Este es el Parque Nacional Olímpico del estado de Washington. Un lugar increíble.

Incluso hicimos amigos entre la fauna local.

Como queríamos hacer una crónica sobre los cambios del paisaje y la naturaleza, hicimos una ruta de viaje que nos llevó a presenciar una estupenda puesta de Sol en Hurraca Rige, uno de los lugares más altos de Washington .

Y ver amanecer en Cánada, camino a Vancouver…

Incluso hicimos algún que otro caballito con la motocicleta durante nuestro viaje.

Nuestra primera visita a Vancouver fue genial.

Incluso hicimos unos amigos en bicicleta, que nos invitaron a una rave ilegal en una casa abandonada.

Ese fue nuestro último contacto con la civilización hasta nuestro regreso.

Tras la fiesta loca de la noche anterior, nos costó mucho ponernos en marcha al día siguiente.

A partir de entonces fuimos acampando en caminos de tierra al azar y zonas tranquilas. Por lo general hacíamos una fogata de forma segura y montábamos la tienda de campaña. En ocasiones el inicio de la noche viene con vistas increíbles e inesperadas.

Una vez que pasamos las montañas y llegamos a la Columbia Británica…

Los días comenzaron a alargarse cada vez más y teníamos luz hasta bien entrada la noche. Aquí estábamos montando la tienda a las 22:00 más o menos.

Las carreteras eran largas, sin curvas y tremendamente aburridas, tanto que a veces podías bajar la velocidad y relajarte completamente.

En ocasiones acampamos en lugares divertidos, como este pasto del que tuvimos que salir huyendo porque unas vacas y un toro furioso venían hacia nosotros.

Aunque gracias a la valla, pudimos dormir de forma segura en el otro lado.

Al día siguiente pudimos ver nuestro primer glaciar. ¡Por fin estábamos llegando al norte!

Durante el viaje nos encontramos con otros pilotos como este tipo de Bolivia. Algunas personas cruzan America desde el sur hasta el norte en motocicleta.

Este es un larguísimo atardecer en los bosques boreales, una de las últimas zonas de la tundra. Nota: Puede que sea precioso pero la zona esta llena de mosquitos.

El pavimento de la carretera de Yukon a Alaska es aceptable pero las vistas y el paisaje son increíbles.

Paramos en un centro comercial para cambiar el aceite y hacer algunos ajustes mecánicos antes de continuar el viaje.

Las vistas de la carretera a través del Paso Blanco son una autentica locura.

En Skagway, la antigua ciudad de la fiebre del oro de Klondike, conocimos a una chica muy divertida que se ofreció a enseñarnos la zona.

La chica nos enseñó lugares increíbles. ¡Gracias por todo Sarah!

Nuestro viaje nos ofreció estampas de ensueño, como este precioso arcoiris.

Y algunos animales locales con muy mal humor.

Por la noche acampamos junto a nuestros nuevos amigos de Alaska y a la mañana siguiente continuamos hacia el Circulo Ártico.

Una foto rápida junto al río Yukón. Cada vez se nos daba mejor montar el equipaje de las motocicletas.

Al final del día tuvimos algunos problemas para acampar ya que nos tropezamos con algunos arboles caídos y avistamos varios alces.

A primera hora de la mañana tomamos el ferry para cruzar el río Yukon. Este ferry funciona los 24/7 y es la única manera de llegar a Alaska.

Después del ferry nos esperaba una hermosa autopista de tierra conocida como el principio de la carretera al fin del mundo.

Y entonces… ¡llegamos a Alaska!

El asfalto se acabó y las carreteras se convirtieron en rocas y barro.

Los paisajes se volvieron un poco sombríos.

Sin embargo, la inmensidad poseía una ineludible belleza que te hacía sentir muy pequeño.

Cuando por fin llegamos a las carreteras convencionales, tuvimos que parar a hacer algunos mantenimientos en nuestras motos.

Cuando encontramos el parque nacional de Denali, decidimos ir de excursión sin dudarlo. Y fue una decisión de «PM».

Los viejos puentes de ferrocarril pueden romper un poco el paisaje, pero quedan genial en las fotos.

Justo antes de adentrarnos en el Ártico decidimos cambiar nuestras llantas. Fairbanks fue la última parada con más de 50 habitantes.

A las 2,30 AM todavía había luz. Y con este paisaje tan hermoso, decidimos emprender nuestro camino por la carretera más peligrosa de los Estados Unidos: la carretera de Dalton.

Debes de tomar esta carretera bien preparado y con el vehículo y las ruedas revisadas. La carretera puede presentar placas de hielo y no hay gasolineras a menos de 800 kilometros.

Por fin llegamos a la señal que anuncia el comienzo del Circulo Polar Ártico, Pero la verdad es que aun nos faltaban muchos kilómetros para alcanzarlo.

Las estribaciones de la cordillera Brooks fueron las últimas montañas que veríamos hasta el Océano Ártico.

Pero antes de perder de vista las montañas, los arboles desaparecieron.

En realidad toda la vegetación desapareció, a excepción de la hierba.

La carretera Dalton pasa factura a menudo y durante la travesía puedes ver muchos restos de accidentes y signos conmemorativos de las almas perdidas en esta carretera.

¡Por Fin! ¡Lo conseguimos! Estábamos demasiado helados y cansados para mostrarnos eufóricos en la foto, pero eso que puedes ver en el fondo es el último puesto avanzado antes del Océano Ártico.

Esta zona es también el campo de extracción petrolera más grande de Estados Unidos.

Un lugar extraño donde se trabaja sin descanso, ya que aquí el Sol no se pone nunca.

Estábamos dispuestos a tirar la toalla y dar media vuelta al día siguiente.

Una tormenta estalló y comenzo a convertirlo todo en un infierno.

El suelo comenzó a convertirse en barro y se hizo muy duro.

Pero por fin dejamos eso atrás y llegamos a la meta.

El lugar más hermoso de la Tierra en el que yo haya estado.

Un lugar totalmente diferente y con una luz impresionante.

Incluso nos alegramos de volver a ver arboles.

Y aunque la tormenta no nos puso fácil las cosas…

Por fin terminamos el camino y llegamos hasta…

El final de la carretera Dalton. La última parada antes de emprender el regreso a casa.

Aquí cruzamos por fin el Golden Gate al regresar a San Francisco. En total realizamos un total de 17.702 kilómetros en nuestro viaje hasta el norte y fue una experiencia que jamás olvidaremos.

Fuente: Imgur.com

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