A partir de este momento, todos los adultos ingleses son donantes de órganos

Publicado 22 mayo, 2020 por Javier Escribano
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Desde el 20 de mayo, una nueva ley sobre las donaciones de órganos en Inglaterra tiene como objetivo aumentar el número de pacientes que reciben los órganos, y por tanto, salvar vidas.

La conocida como Ley Max y Keira hace que, por defecto, todos los adultos sanos sean considerados donantes, a no ser que manifiesten expresamente lo contrario o la familia se oponga. Según estudios, el 80% de los adultos de Inglaterra estarían a favor de donar sus órganos, pero solo un 40% de ese 80% llegó a registrarse como donante. Esto reducía la lista de donantes y aumentaba la lista de espera.

De media, el Servicio de Salud Nacional del Reino Unido (NHS) realiza 4.000 trasplantes de órganos al año. Pero en 2019, unas 400 personas perdieron la vida en el Reino Unido esperando un trasplante. Por ejemplo, se estima que cada mes se necesitarían 60 donaciones de corazón, pero solo llegan alrededor de 40.

La medida es especialmente urgente debido al desplome de donaciones y operaciones derivado de la crisis sanitaria del COVID-19. Los pacientes que fallecieran con coronavirus no son aptos para donar sus órganos.

La decisión de la familia del fallecido seguirá siendo determinante a la hora de decidir si quieren que sea donantes de órganos, y se respetarán toda convicción ética y religiosa. En Gales, otra de las naciones del Reino Unido, este sistema ya lleva en práctica desde 2015, donde el consentimiento de donantes ha aumentado un 20%.

Se estima que con esta ley se realizarán hasta 700 trasplantes adicionales en 2023.

El origen del nombre de la Ley Max y Keira

La ley toma su nombre en honor a Keira, una pequeña de 9 años que sufrió un accidente de coche en 2017. Sus padres decidieron que querían donar los órganos de Keira, y acabaron salvando cuatro vidas, incluyendo la de un niño llamado Max.

«Nunca habíamos considerado la donración de órganos, por entonces pensábamos que Keira se recuperaría», recuerda su padre, Joe, cuando fue consultado por los médicos. «Era un ángel. Si ella podía ayudar a alguien siempre lo hacía, por lo que tuvimos claro que si ayudábamos a otros, teníamos que hacerlo.»

La ley se iba a llamar originalmente la Ley de Max, pero a petición del niño, se añadió el nombre de Keira. Sus familias de  se reúnen cada año para honrar la memoria de la pequeña, y han participado públicamente en la campaña por sacar adelante la ley, con la esperanza de que esta ley ayude a salvar más vidas como la de Max.

Tras aprobar la ley, muchos usuarios han compartido sus historias a través de Twitter. Sarah cuenta cómo los órganos de una niña le salvaron la vida:

Hannah cuenta cómo, gracias a un trasplante que recibió su hermano, pudo pasar otros 9 increíbles años él.

Y Katie recuerda que con esta ley se podrán salvar hasta 700 vidas al año, como la de su padre.

Fuente: MyModernMet

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