A lo largo del mundo existen cientos de impresionantes castillos y fortalezas. Sin embargo, ninguno será como el Castillo de Predjama, en Eslovenia, que es una construcción única.
Esta fortificación fue construida en el siglo XIII, actualmente este castillo es una de las mayores atracciones turísticas del país, ya que cuenta una historia increíble sobre el pasado de la región.
La construcción fue ideada para encontrarse ‘empotrado’ en un barranco, lo que permitiría ver el horizonte a sus habitantes sin ser notados a la distancia. En la época que se erigió, las batallas y las guerras eran frecuentes, lo que su posición le presentó una gran ventaja estratégica.
En la actualidad este castillo cuenta con un puente levadizo, para facilitar el acceso a los turistas. Sin embargo, en el pasado, solo se podía acceder a través de una escalera vertical, que se podía quitar rápidamente si era necesario durante una batalla. Así, si alguien intentaba invadir el sitio, no le sería sencillo.
El castillo Predjama era una fortaleza muy bien equipada para la época, con un salón noble, donde se celebrarían sesiones públicas y juicios, un salón de recepción para invitados, una sala de torturas e incluso mazmorras.
El comedor de esta construcción tenía paredes muy gruesas para proteger a los habitantes del frío extremo que azotaba el edificio en invierno. La cocina era contigua al comedor para poder condensar la mayor cantidad de calor para los comensales.
Hoy todo el castillo está abierto a visitantes. El gobierno de Eslovenia lo convirtió en un museo. Dentro del recorrido se puede ver el dormitorio principal, el desván que servía de cuartel y puesto de vigilancia.
La habitación que más llama la atención del castillo es sin duda la letrina. ¿Cómo el lugar donde iban a realizar sus necesidades fisiológicas se convirtió en un sitio de interés? De acuerdo a los historiadores este lugar es testigo de una de las traiciones más grandes de las que se haya podido tener información.
En 1480, el Barón Erazem Von Lueg, utilizó el castillo como refugio tras la batalla que terminó con la muerte del conde Pappenheim, uno de los principales miembros del Consejo del Imperio de los Habsburgo.
Tras la muerte del conde, el emperador Federico III ordenó el asedio del castillo. Aún con esto, el Barón logró sobrevivir por 366 días recibiendo suministros por una red de túneles secretos.
De acuerdo a Voijko Jurca, un historiador local, el Barón Erazem fue traicionado por uno de sus sirvientes cuando él estaba en el baño, al puro estilo de Game of Thrones. El sirviente se dio cuenta de que su jefe se dirigía al baño, fue cuando dio señal de fuego al ejercito enemigo y estos apuntaron al cuarto de la letrina, quienes terminaron por destruirla con el Barón Dentro.
