El emotivo reencuentro entre esta mamá elefanta y su hija, después de 3 largos años sin verse

Publicado 12 noviembre, 2015 por Joaquín M.C.
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Madre e hija juntas de nuevo

Madre e hija juntas de nuevo

El elefante es el animal terrestre más grande que existe actualmente. Este tamaño le hace poseer, por tanto, el cerebro más grande de toda la fauna terrestre. Con poco más de 5 Kg de masa cerebral y 257 mil millones de neuronas, está claro que un animal muy tonto no debe ser.

Aristoteles llegó a decir que el elefante era el animal que superaba a todos los demás en mente e ingenio, y no andaba demasiado alejado de la realidad. Se cree que su nivel intelectual está a la altura -si no lo supera- de cetáceos y primates. Esto hace que tengan una variedad de comportamientos muy amplios, como el duelo por la muerte de sus congéneres, aprendizaje, altruismo, lazos familiares, lenguaje, conciencia de sí mismos, etc…

Existe la creencia de que tienen una memoria prodigiosa, y que un elefante jamás olvida. Tratándose de sus familiares, se ha demostrado ampliamente que esto es completamente cierto y hoy os traemos una prueba bastante clara: el emotivo reencuentro de una madre con su hija, 3 años después de haber sido separadas.

Cuando Me-Bai contaba con tan solo 3 años de edad, fue arrancada del seno de su madre y vendida a un «cuidador», que la explotó en la industria turística de Tailandia. Durante otros 3 años fue obligada a dar paseos a turistas. El estrés de la situación y la tristeza por la separación de su familia, le llevaron a crecer demasiado débil.

Por suerte para esta elefanta, su dueño se apiadó de su situación y la llevó al Elephant Nature Park. Una vez allí, los cuidadores del parque decidieron afrontar una difícil misión: encontrar a la madre de Me-Bai y reunirlas.

No tardaron mucho -apenas un par de semanas- en encontrar a Mae Yum, la madre de la joven elefanta. Lo que vas a ver a continuación son las reacciones que tuvieron cuando por fin fueron reunidas, después de 3 largos años de separación. Tened pañuelos a mano por si se os caen algunas lagrimillas del tamaño de un paquidermo.

Fuente: One Green Planet

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