El fascinante tiburón con aletas de mantarraya. Habitó México hace 95 millones de años

Publicado 22 marzo, 2022 por redaccion
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Hace 95 millones, los mares mexicanos fueron el hogar de una misteriosa criatura marina con cuerpo de tiburón y aletas de mantarraya.

Nombrado Aquilolamna milarca, este tiburón prehistórico con características de mantarraya constituye una nueva y sorprendente especie. De acuerdo con un artículo publicado recientemente en The American Association for the Advancement of Science, este «tiburón águila» tenía una fisionomía larga y elegante. Contrario a lo que se podría esperar, el ejemplar probablemente era uno de los depredadores más apacibles de la época.

Habitó las aguas saladas de México durante el Periodo Cretácico tardío, hace 95 millones de años; poco antes de la extinción masiva que acabó con los dinosaurios. Tenía un cuerpo de tiburón pero sus aletas parecían más bien «alas» y se cree que es una de las especies más antiguas conocidas en realizar el «vuelo submarino«. Por la forma de su boca, los paleontólogos creen que se alimentaba únicamente de plancton.

WOLFGANG STINNESBECK

El hallazgo

En el año 2012, un trabajador desconocido que se encontraba excavando cantera encontró algo que le pareció extraño. Se trataba de un raro conjunto de huesos incrustados en piedra caliza de hace 95 millones de años. El hallazgo ocurrió en la ciudad de Vallecillo, al noreste de México y pronto el paleontólogo local Margarito González González lo recolectó y preparó para su análisis, separando las rocas del esqueleto.

Luego de analizar los huesos se determinó que era una nueva especie nunca antes estudiada. Recibió el nombre científico de Aquilolamna milarca, que sería una combinación de «tiburón águila» y el nombre del museo que albergará al ejemplar.

Aunque los fósiles parecían estar en buenas condiciones, algunos paleontólogos se lamentaran de que el espécimen no hubiera conservado sus dientes, pues habrían obtenido mayor información sobre su forma de vida. El tamaño de los dientes es de gran ayuda pues a partir de estos incluso se ha calculado el tamaño total de la criatura en otras especies de las que no se tiene ningún otro fósil de referencia.

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El tiburón águila

Romain Vullo, paleontólogo del Museo Estatal de Karlsruhe en Alemania y algunos de sus colegas, proponen que el ejemplar pertenece a la misma familia de las especies tiburón blanco, mako y peregrino. Pero su cabeza ancha y las aletas largas sugieren que no era un cazador como sus parientes, sino que «acechaba» a sus presas de la manera en la que lo haría una matarraya: por filtración.

Los expertos creen que el Aquilolamna se alimentaba abriendo su ancha boca para filtrar el plancton y otros microorganismos del agua. Su cuerpo era largo y tubular, muy parecido a los tiburones actuales, pero tenía características de otra especie, reflejadas en sus aletas pectorales que se extienden desde su cabeza hasta su torso; forma que recuerda a las rayas manta y diablo.

Lo más impactante es que las mantarrayas no evolucionaron hasta millones de años después.

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De acuerdo con los investigadores, el animal extinto tenía patrones de nado lento. Creen que se impulsaba con la aleta caudal mientas que las aletas pectorales eran utilizadas para maniobrar en las corrientes marinas.

En cuanto a su tamaño, los paleontólogos también se sorprendieron pues consideran que el tiburón águila tiene proporciones inusuales. Desde la cabeza hasta la cola, se estima que alcanzó más de un metro y medio de largo; mientras que la medida entre las puntas de las aletas es de casi dos metros.

Si lo comparamos con el tiburón prehistórico más famoso: el megalodón, el cual se cree que pudo llegar a medir 16 metros de largo, el tiburón águila resulta bastante pequeño. Incluso, si también lo comparamos con las rayas actuales, la diferencia de tamaño es sorprendente, pues la raya diablo puede alcanzar 8 metros de envergadura.

El Aquilolamna milarca es sin duda una especie enigmática que combina características de dos animales muy diferentes y que podría dar respuestas sobre la evolución de algunas criaturas marinas.

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