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El hombre que coleccionó tantas botellas de vidrio que pudo construirse una casa con ellas

A diario vemos diferentes postales e imágenes de sitios de ensueño a los que nos gustaría acudir rápidamente. Playas paradisíacas, montes de fantasía o construcciones realmente espectaculares suelen ser protagonistas de las postales más vendidas en todo el mundo.

Esto mismo fue lo que le sucedió a Édouard T. Arsenault, cuando en 1979 recibió una postal de su hija con un castillo de cristal en la parte delantera. Se enamoró del lugar y no se lo pensó dos veces antes de iniciar su proyecto. Arsenault tenía entonces 66 años y ya coleccionaba alguna que otra botella por lo que siguió con su trabajo para poder construirse su propio castillo en Cap-Egmont, situado en la Isla del Príncipe Eduardo, Canadá.

Ahora, 36 años después, la «Casa de botellas» es un atractivo turístico en la zona.

Durante toda su vida, Arsenault había sido guardián del faro de la zona.

Pasó todo un invierno limpiando todas y cada una de las botellas, eliminando cuidadosamente las etiquetas.

La postal original que inspiró este proyecto fue la casa de cristal de British Columbia.

La casa original fue construida a partir de botellas vacías de líquido para embalsamar.

Arsenault utilizó entre 300 y 400 botellas por fila asegurándolas con cemento.

Dejando los cuellos de las botellas por fuera, creando un efecto 3D en el interior.

No sólo las botellas consiguen el encanto de la casa, como jardinero ávido, plató muchas exuberantes plantas alrededor.

En el interior puedes encontrar una pequeña capilla, cómo no, de cristal.

Incluso los bancos están hechos con vidrio, por lo que el interior es mucho más luminoso.

No falta detalle, sino fijaros en el altar.

Como homenaje a la casa original, Arsenault construyó una réplica dentro de la villa.

Arsenault trabajó durante cuatro años en el proyecto, falleciendo a los 70 años dejando su pequeño castillo como legado.

Fuente: wimp

Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:36 pm

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