Siempre que un cementerio queda sin espacio, es necesario acometer obras de reestructuración o ampliación; o si la geografía de la ciudad lo permite, comenzar la construcción de uno nuevo y más grande.
Así ha sido siempre, excepto en uno de los cementerios más antiguos del mundo: el antiguo cementerio judío de Praga, donde las circunstancias obligaron a sus fieles a enterrar a sus difuntos unos sobre otros, capa sobre capa hasta formar 12 pisos de profundidad.
El resultado es uno de los lugares más curiosos e impresionantes de la ciudad de Praga. Conócelo con nosotros.
El antiguo cementerio judío de Praga es un lugar sobrecogedor
En el que se pueden encontrar más de 12.000 lápidas y restos humanos correspondientes a más de 100.000 personas
Y es que durante más de 300 años fue el único lugar permitido en el que los judíos podían dar sepultura a sus seres queridos en la ciudad de Praga
No se sabe muy bien cuándo fue creado, pero el año de sepultura de su tumba más antigua corresponde a 1439, mientras que la última data de 1736
Debido a la gran población judía que vivía en la ciudad de Praga, el cementerio pronto se quedó sin espacio
Sin embargo, no se les permitió realizar labores de ampliación o crear un cementerio nuevo
De acuerdo con la Halajá, los judíos no deben destruir sus tumbas ni transportarlas a otro lugar
Por lo que la única opción que tuvieron cuando se quedaron sin espacio fue aumentar una capa de tierra más y superponer unas tumbas con otras
Durante más de 300 años, el cementerio llegó a sumar 12 capas de tierra
Por ello, las lápidas más nuevas y de mayor antigüedad sobresalen juntas unas con otras
Algunas de las personas ilustres enterradas en este caótico cementerio son Mordecai Maisel (1601), Rabbi Judah Loew (1609), David Gans (1613) o David Oppenheim (1736)
Hoy es uno de los lugares más visitados de la ciudad de Praga
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