Situado en la provincia de Jeolla del Sur, en Corea del Sur, el archipiélago de Jindo ofrece un espectáculo poco común, cada vez que sus aguas se retiran, dejando al descubierto un pasaje de arena natural que conecta dos islas.
«Hace mucho tiempo, cuando el tigre era un animal prolífico en estas tierras, los habitantes de la península coreana sufrían el ataque continuo de estos grandes felinos. Tanto es así, que cuando una manada atacó con fiereza la isla Jindo, todos sus habitantes se vieron obligados a huir en barca hasta la isla de Modo, libre de fieras.
Con las prisas y el caos, una anciana llamada Ppong quedó olvidada. Sin barcas ni dotes para la navegación, la mujer se atrincheró en casa, rezando día y noche al gran dragón del mar para volver a reunirse con su familia.
Tal fue su fe que, una noche, el rey dragón se le apareció en un sueños y le dijo que cruzase el oceáno caminando a través de un arcoiris que él mismo proveería. A la mañana siguiente, Ppong corrió hacia el mar encontrando un serpenteante camino ante ella que, a su paso, volvió a desaparecer antes de que los tigres le alcanzarán».
Durante la marea baja, quedan al descubierto algas, moluscos, ostras, mejillones y erizos de mar que la gente se afana en recoger sin entretenerse
Para controlar la afluencia de gente, velar por la seguridad de la marcha e impedir que el ecosistema sufra, el peregrinaje a Modo cuenta con un aforo máximo de 5.000 personas. Las entradas, tienen un coste de unos 5.000 wones, unos 4 dólares americanos, que también puede ser utilizado como descuento en cualquier a de los restaurantes y puesto del recinto.
Este artículo fue modificado el 5 abril, 2019 11:10 am