El misterioso «pozo sin fondo» que se ha cobrado la vida de quienes intentan investigarlo

Publicado 24 marzo, 2022 por redaccion
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Aún en pleno 2022 y con todos los avances tecnológicos y científicos que hemos tenido, siguen existiendo misterios como este.

Esta es la historia de Fosse Dionne, ubicado en Francia en el centro de un pueblo llamado Tonerre y durante años este pozo fue usado como piscina pública y destino turístico en la región.

Nunca nadie ha llegado a saber qué hay al fondo de este lugar y lo más impactante es que hay quienes han perdido la vida intentando saber cual es el misterio detrás de este pozo. Este lugar se volvió un sito destino no solo por el misterio detrás de el, sino por que tiene una historia edificada desde antiguas civilizaciones.

De acuerdo al Clarin, este pozo fue encontrado por los romanos al inicio. Cuando ellos llegaron, el caudal ya se encontraba ahí y decidieron empezar a construir una civilización al rededor de él. Durante años, los habitantes del Tonerre utilizaron el agua para sus labores domésticas, como lavar, beber y bañarse.

En aquél entonces el pozo no tenía nada de misterio, debido a que solo intuían que el pozo tenía un fondo, no era necesario saber si era así. Tras la partida o exilio de los primeros romanos, llegaron los Celtas, quienes durante siglos consideraron este pozo un lugar sagrado.

No fue sino hasta historia reciente que el misterio comenzó. Cuando el caudal pasó a ser parte del territorio francés, los habitantes comenzaron a usarlo como piscina pública y ahí descubrieron que nadie sabía que tan profundo era.

Los habitantes comenzaron a interesarse por saber cuánta agua contenía el pozo y qué tan profundo era. Fue tanto su interés que en 1974, dos buzos profesionales llegaron a Tonerre para adentrarse a las aguas de este misterioso lugar. Ambos hombres nunca volverían a la superficie.

Más tarde, en 1996, las autoridades francesas contrataron a otro buzo para que intentara encontrar el fondo, y teniendo la misma suerte que sus antecesores en el 74, murió dentro del pozo y el enigma crecía.

La última expedición que se intentó fue el de Pierre-Éric Deseigne, un buzo que se adentró al Fosse Dionne en el 2018. El profesional encontró cuevas, rocas calizas y pasajes muy estrechos a los apenas 70 metros que logró descender. Este buzo logró sobrevivir pues no quiso arriesgarse demasiado sin poder llegar al verdadero fondo, dejando aún más dudas que respuestas.

Lo único que se conoce del Fosse Dionne es que se trata de un manantial kárstico, el cual se alimenta de ríos subterráneos que corren por cuevas irregulares. Estos manantiales no tienen algún tipo de filtro que controle el agua que emana de ellos por lo que se desbordan fácilmente.

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