El primer centro funerario de compostaje humano abrirá en 2021

Publicado 10 diciembre, 2019 por Vanessa P.
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El otro día leíamos los secretos que los empleados de las funerarias se guardan para ellos mismos, y hoy continuamos con este peculiar tema, pero esta vez para hablar del primer centro funerario de compostaje humano está programado para abrir sus puertas en primavera de 2021, en Seattle, Estados Unidos. Los legisladores del estado de Washington legalizaron el proceso póstumo a comienzos de este mismo año, y la empresa Recompose será la primera en ofrecerlo.

La reducción orgánica natural es un proceso que convierte de manera suave los restos humanos en tierra orgánica. Esto tiene lugar dentro de recipientes de recomposición hexagonales reutilizables. Una vez que el proceso finaliza, las familias pueden llevarse a casa parte de la tierra resultante. El resto se quedará en los jardines, recordándonos que la vida está interconectada.

La recomposición tiene un coste aproximado de 5000$

La innovadora funeraria celebró la apertura de su primer centro el pasado mes de octubre. El edificio de 1.720 metros cuadrados se inauguró después de que se cambiara la ley estatal sobre los servicios post mortem. De esta forma, Washington pasó a ser el primer estado en permitir el compostaje humano en Estados Unidos. La ley entrará en vigor el próximo 1 de mayo de 2021.

Se estima que el recompostaje costará 5.500$. Esto supone un gasto mayor que elegir una cremación básica, pero es más económico que la mayoría de los funerales. El coste cubre el transporte para los habitantes de Washington, pero también estará disponible para personas de otros estados o países que quieran optar por este método y puedan organizar el transporte.

El proceso fue probado con éxito anteriormente sobre  los cuerpos de seis voluntarios

Katrina Spade, propietaria de Recompose, se asoció con la especialista en suelos Lynne Carpenter-Boggs, de la Universidad Estatal de Washington. Ambas llevaron a cabo la investigación y los ensayos necesarios para la recomposición de restos humanos con éxito. Para ello, utilizaron los cuerpos de seis voluntarios que habían fallecido en una prueba que llamaron «Evaluación del ciclo de vida.»

En esta prueba, compararon los métodos convencionales con el entierro natural y la reducción orgánica. Los resultados mostraron que la recomposición tiene menos impacto ambiental que la cremación o los entierros tradicionales, en parte porque se ahorra en emisiones de CO2.

Los científicos han estimado que por cada persona que elija la reducción orgánica en lugar de ser enterrada o incinerada, se emitirá una tonelada de CO2 menos a la atmósfera. Además, según Recompose, se minimizan los desechos y se evita contaminar las aguas subterráneas con líquido de embalsamamiento.

Antes de la recomposición, un equipo de expertos analiza la aptitud del cadáver

Al permitir que los procesos orgánicos transformen nuestros cuerpos y los de nuestros seres queridos, ayudamos a fortalecer nuestros lazos con los ciclos naturales de la vida en la Tierra, al mismo tiempo que ayudamos al planeta.

El proceso pendiente de patente se basa en los entierros verdes, aunque está diseñado para las ciudades en las que hay menos tierra. Se coloca el cuerpo dentro de un envase reutilizable, se cubre con astillas de madera, alfalfa y heno, y luego se airea. Al airearse, las bacterias beneficiosas comienzan a trabajar.

Los microbios crean un ambiente de entre 49 y 71º que destruye los patógenos nocivos. Las bacterias que participan en el proceso se dan de manera natural en el proceso de descomposición de los cadáveres. Además, no existen evidencias suficientes que indiquen que la recomposición pueda descomponer la enfermedad por priones o enfermedades infecciosas como el ébola.

El proceso realizado en el centro funerario de compostaje humano es seguido por profesionales

Antes de que el cuerpo pase por el proceso de recomposición, un equipo de profesionales de la salud verifica si el método es seguro o si hay riesgo de crear un foco de infección. En el caso raro de que padeciera una enfermedad infecciosa o peligrosa, el paciente no sería un candidato para el método Recompose.

En caso de que el cuerpo sí fuera apto para ser recompuesto, a lo largo de 30 días, se irá convirtiendo en tierra reutilizable para hacer crecer una nueva vida. Al inicio del proceso, en el centro funerario de compostaje humano retiran todos los materiales no orgánicos del cadáver, como marcapasos y prótesis. De esta forma, se aseguran de que el material resultante es totalmente orgánico.

Una persona, después de pasar por la recomposición orgánica, sale del centro funerario de compostaje humano convertida en casi un metro cúbico de tierra. Su familia puede llevarse la cantidad de tierra que crean conveniente. El resto, se destinará a tierras de conservación en el área metropolitana de Seattle. 

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